Anuncia su dimisión

Cinco años con Jacinda Ardern, o cómo el progresismo y el empoderamiento se impusieron al terror y la tragedia

La primera ministra neozelandesa ha anunciado, inesperadamente, que deja su cargo este febrero. Dice sentirse sin fuerzas para continuar, poniendo fin a un mandato marcado por una forma diferente de hacer política.

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Jacinda Ardern se convirtió en la líder política femenina más joven del mundo cuando fue elegida primera ministra en 2017 a los 37 años. Desde entonces, Nueva Zelanda se enfrentó a numerosas dificultades: la pandemia, el atentado a las mezquitas de Christchurch o la erupción del volcán de White Island. Retos que Ardern solventó gracias a su carisma, cercanía y determinación. Sin embargo, la hasta ahora premier neozelandesa ha admitido que estos más de cinco "desafiantes" años en el cargo le han pasado factura y no se ve con energía para presentarse a las elecciones generales que se celebrarán el próximo octubre en Nueva Zelanda.

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Anuncia su dimisión. La pronto exlíder del Partido Laborista ha aprovechado la reunión de la formación en la ciudad de Napier para, sorprendentemente, comunicar su renuncia.

  • "Liderar un país es el mayor privilegio que nadie puede tener, pero también uno de los trabajos más exigentes", ha subrayado Ardern, mientras ha insistido en que no tiene "gasolina en el depósito para continuar". Asimismo, ha establecido el 7 de febrero como fecha límite para su mandato.
  • En una emotiva intervención en la que ha contenido las lágrimas, Ardern ha afirmado "no tener suficiente energía para seguir con el trabajo", y ha añadido: "Soy humana, los políticos somos humanos". Además, ha asegurado que no tiene planes una vez abandone el puesto, pero que aprovechará para pasar más tiempo con su familia mientras piensa en cómo continuar "ayudando a Nueva Zelanda" tras más de un lustro siendo un ejemplo de liderazgo.

Pionera en la lucha contra la Covid-19. Cuando el Coronavirus golpeó al mundo, la rapidez de su gobierno para aislar al país permitió que Nueva Zelanda atravesara la pandemia mejor que otras naciones.

  • Nueva Zelanda cerró la frontera a mediados de marzo de 2020 y el país se confinó. Ardern instó entonces a los neozelandeses a "ser amables" unos con otros. En la primera ola el país solo registró menos de 2.000 personas contagiadas y 25 muertos.
  • La pandemia también marcó su vida profesional: Ardern se bajó el sueldo un 20% en solidaridad con aquellos que habían perdido su trabajo; también, a su vida personal: se vio obligada a cancelar su boda tras anunciar nuevas restricciones. "No soy diferente a otros miles de neozelandeses", dijo en enero de 2022. A día de hoy, sigue sin haber contraído matrimonio.
  • Su liderazgo tranquilo y su éxito en la gestión del virus, elogiada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), llevó a Ardern y al Partido Laborista a obtener una aplastante victoria en las elecciones de 2020.

Liderazgo ante el terror y la tragedia. Ante los ataques terroristas en Christchurch y la erupción del volcán Waakari, Jacinda Ardern respondió mostrando empatía y determinación.

  • El 15 de marzo de 2019, Brenton Tarrant, un supremacista blanco australiano, mató a tiros a 51 personas durante un asalto a dos mezquitas de Christchurch. Tras el peor atentado de la historia de Nueva Zelanda, la primera ministra anunció una reforma de la ley de tenencia de armas y se vistió con un velo islámico, convirtiendo el dolor de la minoría musulmana en el de todos los neozelandeses: "Somos uno, ellos somos nosotros. Nueva Zelanda es un país seguro, no un lugar para el odio o el racismo".
  • En diciembre de ese mismo año se produjo otra tragedia. Esta vez, la erupción de un volcán en la isla Waakari, también conocida como White Island, en la que murieron 17 personas, la mayoría turistas australianos y estadounidenses. De nuevo, Ardern se puso al frente del duelo, mostrando cercanía con las víctimas y sus familias.

Frente al machismo, empoderamiento femenino. Durante su carrera política, Jacinda Ardern ha buscado normalizar su rol como madre y líder, y se ha mostrado firme ante actitudes misóginas.

  • El encuentro producido el pasado 22 de noviembre entre Jacinda Ardern y la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, se vio ensombrecido por la pregunta machista de un periodista que planteaba si la reunión se producía por ser mujeres de edades próximas. "Mucha gente se preguntará si ustedes dos se reúnen solo porque son similares en edad y porque tienen muchas cosas en común", fue la pregunta de Joey Dwyer, un periodista local de 'Newstalk ZB Radio'. Ante el comentario misógino, Ardern no dudó en reivindicar el papel de las mujeres en política: "Me pregunto si alguien ha interpelado alguna vez a Barack Obama y John Key si se reunieron por tener la misma edad". Y precisó: "Tenemos una mayor proporción de hombres en la política, es la realidad. Si dos mujeres se conocen, no es por su género".
  • Ardern tuvo a su única hija, Neve, cuando ya era primera ministra, y normalizó su rol como madre y líder. La primera ministra neozelandesa no dudó en llevar a su hija, cuando era un bebé, a la Asamblea General de las Naciones Unidas; siendo la primera vez que un dirigente político lo hacía. La imagen junto a su pequeña en Nueva York en 2018 dio la vuelta al mundo por su naturalidad. Un ejemplo de conciliación de la vida familiar y laboral.
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