Tensión en Oriente Medio

La represalia limitada de Israel contra Irán pone en pausa la escalada y aleja por ahora el temor a una guerra abierta

Irán resta importancia al ataque israelí, una reacción contenida al lanzado por Teherán hace una semana, que a su vez respondía al bombardeo de su consulado en Siria. Ambas partes parecen volver así al conflicto soterrado que mantienen desde hace años.

Calma tensa en Irán e Israel tras el intercambio de ataques de los últimos días. La respuesta contenida de Tel Aviv al primer ataque directo de Teherán contra su territorio, perpetrado con drones y misiles el pasado sábado y que a su vez fue una represalia por el bombardeo de su consulado en Damasco, parece haber puesto fin, al menos de momento, a la escalada de las últimas semanas, devolviendo a ambas partes a la suerte de 'guerra en la sombra' que mantienen desde hace años.

El Estado judío, de hecho, no ha llegado a reivindicar el ataque lanzado la madrugada del viernes con drones contra los alrededores de la ciudad iraní de Isfahán -que alberga instalaciones nucleares-, al que a su vez Irán ha restado importancia, alejando así el temor a una guerra regional abierta, aunque sin llegar a disipar la tensión.

En este sentido, el ministro de Exteriores iraní, Hosein Amirabdolahian, calificaba en las últimas horas de "juego de niños" la acción israelí y definía el ataque lanzado por Irán hace ahora una semana como "una advertencia". "Si Israel quiere hacer otro aventurerismo y actuar contra los intereses de Irán, nuestra próxima respuesta será inmediata y estará al máximo nivel", ha avisado no obstante, advirtiendo de que "se arrepentirán".

El Ejército iraní ya daba a entender este viernes que no respondería al ataque, que no habría causado daños. Un alto funcionario aseguraba a Reuters que no había "ningún plan para represalias inmediatas".

Para el analista Jesús Núñez Villaverde, la respuesta israelí a la ofensiva de Irán "se ha reducido al mínimo", mientras Teherán resta importancia al ataque, puesto que "lo importante para ellos es no escalar" y "no volver a provocar una respuesta que lleve a una guerra abierta regional". Así lo indicaba el viernes en Al Rojo Vivo, augurando no obstante que "la respuesta se va a seguir produciendo", porque antes de incluso de la escalada actual "las acciones y reacciones" de ambos "se venían produciendo desde hace años".

A su juicio, es de prever que habrá una "reacción armada por parte de Irán", pero es improbable que sea mayor de la del pasado fin de semana, "lo cual pudiera acabar provocando una guerra regional abierta": "Todos los mensajes que está enviando Irán ahora mismo irían en esa dirección y parecería por una vez que Israel ha entendido que ahora mismo no le conviene tampoco provocar una escalada", señalaba el experto.

Así, los ataques cruzados permiten a ambas partes guardar las apariencias sin llegar a un estallido total en la región, aunque el sector más radical del gobierno de coalición de Benjamin Netanyahu reclamaba una reacción contundente a la andanada de misiles lanzada la pasada semana por Teherán. El ministro ultraderechista Ben Gvir publicaba en sus redes sociales la palabra "espantapájaros", "débil", en argot hebreo, tras haber pedido previamente que la respuesta israelí no lo fuera.

Continúa la masacre en Gaza

Entretanto, y aunque el 'ojo por ojo' de Israel e Irán ha desviado el foco de Gaza en los últimos días, la masacre continúa en la Franja, donde las víctimas mortales de la ofensiva israelí superan ya las 34.000 desde el 7 de octubre. Allí, al menos siete palestinos han muerto en las últimas horas en un bombardeo israelí contra una vivienda en Rafah, según la agencia de noticias palestina Wafa.

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