Se espera una afluencia multitudinaria
Escocia y la familia real velan a Isabel II en Edimburgo antes de su traslado a Londres
La capilla ardiente para que los escoceses puedan dar su último adiós a Isabel II ya está en St. Giles, donde miles de personas se han congregado a las puertas. Mañana su cuerpo será trasladado hasta Londres.
Escocia ha despedido hoy a su reina. En la abarrotada Royal Mile se ha hecho el silencio en homenaje a Isabel II. Cientos de personas llevaban esperando más de 8 horas en la calles de Edimburgo para poder despedir a su reina. El cortejo fúnebre se ha iniciado en el palacio de Holyrood, donde han retumbado las gaitas escocesas que tanto amaba la reina Isabel. Bajo la atenta mirada de Carlos III, la Guardia Real escocesa ha custodiado el féretro.
El nuevo rey, junto a sus hermanos Ana, Eduardo y Andrés, el único que no ha vestido las galas militares; han liderado el trayecto del cortejo fúnebre. A primera hora de la tarde, los restos de la reina Isabel II han salido del palacio real de Holyroodhouse, en Edimburgo, hasta la catedral de St. Giles, donde el ataúd permanecerá hasta que mañana, martes, sea llevado a Londres, de cara al funeral de Estado el día 19 en la Abadía de Westminster.
El nuevo rey, junto a sus hermanos Ana, Eduardo y Andrés, el único que no ha vestido las galas militares; han liderado el trayecto del cortejo fúnebre hasta la catedral de San Giles, donde se ha celebrado el oficio religioso en honor a la monarca.
Allí se ha podido ver el féretro de Isabel II tapado por el telón real durante la ceremonia, en la que además de la presencia de miembros de la Casa Real británica también se ha podido ver a altas autoridades como la primera ministra, Liz Truss.
Tras el homenaje oficial, el rey Carlos III, vestido con el kilt escocés, se ha dirigido al parlamento escocés para recibir la moción de condolencias. Posteriormente, a las 18:00 horas ha comenzado la capilla ardiente que estará abierta durante 24 horas para que los escoceses puedan dar su último adiós.
Ya el martes, el féretro será trasladado a Londres, hasta el Palacio de Buckingham, desde donde partirá el miércoles un nuevo cortejo fúnebre rumbo a Westminster, escenario de una capilla ardiente que durará varios días. En la capital ya ha comenzado la cuenta atrás para el funeral de Isabel II, que tendrá lugar el próximo lunes 19 de septiembre. Tropas de élite, 10.000 policías y francotiradores protegerán la zona. Además, se ha comentado a los mandatarios invitados al evento que no cojan sus jets privados. Tampoco podrán coger sus vehículos privados, sino que aparcarán a las afueras y serán trasladados hasta allí en autocares.
Normas para visitar el féretro
El Gobierno escocés había previsto toda una serie de medidas de seguridad y normas para poder visitar el féretro de Isabel II por la gran afluencia de personas que, como era de esperar, podían acercarse hasta allí. Así, la cola ha arrancado a unos dos kilómetros del templo, al que se accede con una pulsera.
Solo se podía entrar con una mochila por persona, con cremallera o una apertura simple para poder pasar rápido por el control de seguridad, y no se podía pasar con paraguas que no sean plegables. Tampoco se podía entrar con comida, bebida ni líquidos ni se permitirá hacer fotos o grabar vídeos en el interior.
Traslado a Londres
Tras los actos en Edimburgo, el ataúd de Isabel II viajará a Londres el martes. Primero será trasladado en procesión desde St Giles hasta el aeropuerto y desde allí hasta la capital inglesa en un avión de la Royal Air Force. Una vez allí, será llevado hasta el Palacio de Buckingham por carretera y, el miércoles, una procesión lo llevará hasta Westminster, donde los ciudadanos podrán visitarlo hasta que, finalmente, el próximo lunes tenga lugar el funeral de Estado por la reina.
También en Londres las autoridades británicas prevén filas interminables para acceder a la capilla ardiente de Isabel II, que incluso obligarán "posiblemente" a tener que trasnochar para acceder al interior de Westminster Hall, el edificio más antiguo de la sede del Parlamento de Reino Unido.
Así lo advertía en las últimas horas el Ministerio de Cultura, en un comunicado, citado por la agencia Efe, en el que avisaba de que quienes quieran dar su último adiós a la soberana deberán soportar colas "muy largas" que implicarán una espera de pie de "muchas horas" con "muy pocas oportunidades de sentarse", y que requerirá "posiblemente pasar la noche".
La reina Isabel II falleció el jueves pasado a los 96 años, tras el reinado más longevo de Reino Unido y el segundo de la historia. Con su muerte, se ponía en marcha la llamada 'Operación Puente de Londres' y, habida cuenta de que el deceso se produjo en Balmoral y no en Buckingham, la 'Operación Unicornio', que prevé la celebración de actos en Escocia y el traslado de sus restos desde allí a Londres.