EN MEDIO DE LA GUERRA ABIERTA CON DAESH

Con resultado vinculante y sin respaldo de la comunidad internacional: las claves para entender el referéndum del Kurdistán iraquí

Al menos 5,3 millones de kurdos están llamados a las urnas para decidir si quieren la independencia de la región del Kurdistán. Un referéndum no exento de polémica al no contar con el apoyo del Gobierno de Bagdad ni la comunidad internacional. Hasta Carles Puigdemont se ha pronunciado al respecto, pero ¿qué está en juego?

El proceso de votación en el referéndum de independencia en la región del Kurdistán iraquí ha arrancado este lunes.

Los colegios electorales permanecerán abiertos hasta las 18:00 horas (hora local), en un plebiscito convocado a pesar del tajante rechazo del Gobierno central de Bagdad, sin respaldo de la comunidad internacional y en medio de la guerra abierta contra el Daesh.

Este plebiscito es una repetición del sucedido en 2005, donde un 98% de los kurdos se pronunciaron a favor de la independencia.

El de este lunes se diferencia en un aspecto crucial: está aprobado por las autoridades regionales y su resultado será vinculante.

Al menos 5,3 millones de kurdos están llamados a las urnas y deberán responder con 'Sí' o 'No' a la pregunta: "¿Quiere que la región del Kurdistán y las zonas kurdas fuera de la administración de la región se conviertan en un estado independiente?" .

Tras votar 'sí', Husein Abdelsharif, de 44 años, aseguró que quiere la independencia porque su deseo es que, al fin, "el Kurdistán se convierta en un país".

El resultado de la votación afectará a 30 millones de kurdos, una de las poblaciones sin estado oficial más grandes del mundo, repartidos principalmente en las montañas de Irán, Siria, Irak y Turquía y divididos a su vez en pequeñas comunidades marcadas por un férreo sentido de la identidad local.

La causa principal del referéndum, aducen las autoridades del Kurdistán iraquí, tiene su origen en la marginación histórica de la que dicen haber sido objeto por parte de las autoridades de Bagdad, a las que acusan de violar más de 50 artículos de la actual Constitución iraquí referentes a su autonomía.

La Carta Magna iraquí en vigor data de 2005, en el principio de la era post Sadam Husein, y otorgaba al enclave un amplio grado de autonomía que Bagdad no ha respetado, a juicio del Gobierno kurdo, con su presidente Masud Barzani a la cabeza.

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