Tras el incidente con un dron

Rusia asume que cualquier incidente con Estados Unidos conlleva "riesgos muy grandes"

Un día después del incidente, el Secretario de Defensa de Estados Unidos y su homologo ruso han hablado. El Pentágono pide profesionalidad a las fuerzas aéreas rusas y señala que seguirá operando sus drones donde la ley internacional lo permita.

Los responsables de Defensa de Estados Unidos y Rusia han hablado un día después del incidente entre un dron militar estadounidense derribado en el Mar Negro y los cazas rusos. El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, ha recordado a su homólogo ruso, Serguéi Shoigú, que sus fuerzas aéreas deben actuar con profesionalidad y también de forma segura.

"Estados Unidos seguirá volando y operando allá donde lo permitan las leyes internacionales. Es importante que las grandes potencias sean modelos de transparencia y comunicación", ha añadido Austin.

Por su parte, Serguéi Lavrov, ha admitido que cualquier incidente con Estados Unido conlleva "muy grandes riesgos". "Cualquier incidente que provoque un enfrentamiento entre dos grandes potencias, dos potencias nucleares, las mayores del mundo, siempre conlleva riesgos muy grandes. Ellos no pueden no entenderlo", ha dicho en declaraciones al canal de televisión 'Rossía-1'.

Ambas potencias han dejado claro así que no quieren elevar el tono por el momento. El embajador ruso en Washington, Anatoly Antonov, insiste en evitar la escalada y señala que no quieren "ninguna confrontación entre los Estados Unidos y la Federación Rusa".

El Pentágono no quiere que el dron sea encontrado por Rusia

Estado Unidos ha calificado desde un primer momento de "preocupante" lo sucedido. Según su versión, su dron estaba efectuando una operación rutinaria cuando fue interceptado y golpeado por un caza ruso, lo que llevó a las fuerzas estadounidenses a derribarlo en aguas internacionales ante el daño provocado.

Desde el Ministerio de Defensa alegaron que sus cazas no derribaron el MQ-9 y defendieron que el dron penetró en un espacio aéreo de acceso prohibido hasta que el ejército ruso concluya su "operación militar especial" en Ucrania.

El incidente tuvo lugar cerca de la anexionada península ucraniana de Crimea, donde el Kremlin ve con malos ojos la presencia de la OTAN, sean buques de guerra o aparatos de inteligencia.

El Pentágono se afana ahora en buscar el dron derribado porque no quieren que caiga en manos de los rusos.

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