Tras caer la coalición

Scholz mantiene que pedirá el voto de confianza en enero mientras la oposición le exige hacerlo ya

La ruptura de la coalición acerca al país a elecciones anticipadas. La oposición exige a Scholz que se someta ya al voto de confianza del Bundestag, pero el canciller mantiene que lo hará en enero.

Terremoto político en Alemania tras desintegrarse el Gobierno de coalición liderado por el socialdemócrata Olaf Scholz, que mantiene que se someterá a un voto de confianza en enero a pesar de que la oposición le reclama hacerlo ya y dejar vía libre a unas elecciones anticipadas.

El canciller alemán anunciaba este miércoles la destitución de su ministro de Finanzas, el liberal Christian Lindner, y con ella la ruptura de la coalición de socialdemócratas, verdes y liberales tras tres años de disputas. Además, indicó que se sometería a una cuestión de confianza en la primera sesión parlamentaria del nuevo año, el 15 de enero. Scholz admitió implícitamente que no cuenta con superarla, al no tener mayoría, lo que conduciría a elecciones anticipadas, probablemente en marzo.

El líder de la conservadora Unión Cristianodemócrata (CDU), Friedrich Merz, sin embargo, le ha instado este jueves a someterse al voto de confianza a más tardar la semana que viene, puesto que la coalición de gobierno "ya no tiene mayoría" en el Bundestag. Scholz, no obstante, ha sostenido que "el Gobierno ahora hará su trabajo y los ciudadanos y ciudadanas podrán decidir de nuevo cómo seguirá la cosa".

El presidente alemán pide responsabilidad

En este contexto, el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, ha instado este jueves a todos los líderes políticos a estar a la altura de las circunstancias. "No es el momento de tácticas y escaramuzas. Es el momento del sentido común y la responsabilidad. Espero de todos los responsables que estén a la altura de la magnitud de los retos", ha aseverado el jefe de Estado.

Steinmeier ha recordado que en los 75 años de historia de la República Federal de Alemania rara vez ha ocurrido que una coalición de Gobierno dejara de tener mayoría en el Bundestag antes del final de la legislatura y ha señalado que, si bien el colapso del Ejecutivo "no es el fin del mundo", sí "es una crisis política que tenemos que dejar atrás y que dejaremos atrás".

"La Ley Fundamental establece directrices claras para el procedimiento ulterior, nuestra democracia es fuerte", ha recalcado Steinmeier, que ha explicado que Scholz le pidió la víspera que destituyera a Lindner y a los otros dos ministros del Partido Liberal que abandonarán la coalición: el hasta ahora titular de Justicia, Marco Buschman, y la de Educación, Bettina Stark-Watzinger.

El ministro de Transporte y Asuntos Digitales, el también liberal Volker Wissing, en cambio, seguirá en el cargo a petición de Scholz, y ha anunciado que abandona el partido de Lindner. El canciller y los demás ministros socialdemócratas y verdes permanecerán también en sus respectivos cargos, aunque en un Gobierno en minoría, tal y como prevé la Carta Magna alemana.

Antes del colapso de la coalición, las elecciones generales estaban previstas para el 28 de septiembre, pero ahora, dada la elevada posibilidad de que Scholz pierda el voto, se celebrarán probablemente de forma anticipada en marzo. El presidente alemán debe decidir sobre la disolución de la Cámara Baja si esta retira su confianza al canciller. "Estoy dispuesto a tomar esta decisión", ha asegurado Steinmeier, que ha insistido en que Alemania "necesita mayorías estables y un Gobierno capaz de actuar".

El ya exministro Lindner, por su parte, acusa a Scholz de haber forzado una "ruptura calculada" de la coalición y de conducir a Alemania a una "fase de incertidumbre". El principal asesor de Scholz, Jörg Kukies, asumirá ahora la cartera de Finanzas del Gobierno en minoría.

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