Mensaje a la comunidad internacional

Siria retoma la normalidad con un Al Golani centrado en dar una imagen de moderación: "No habrá otra guerra"

¿Por qué es importante? El grupo rebelde de mayor influencia en Siria es Hayat Tahrir Al Sham, que se caracteriza por sus vínculos con el yihadismo. Sin embargo, está intentando proyectar una imagen de moderación y mayor proximidad a occidente.

Damasco ha regresado este miércoles a una relativa normalidad, con la reapertura de los bancos y las casas de cambios, así como la vuelta de la gente a los mercados y un tráfico moderado apenas cuatro días después de la caída del régimen de Bashar Al Assad. Mientras, en la parte política, los rebeldes que tomaron el poder en Siria siguen esforzándose en dar una imagen de moderación, para que el mundo olvide los vínculos de algunas facciones con Al-Qaeda y el ISIS.

Sus esfuerzos están centrados en que no les vean como extremistas. El líder de Hayat Tahrir Al Sham (HTS) -grupo ligado a Al Qaeda en el pasado-, Abu Mohamed Al Golani, ha asegurado que el país "no va a meterse en otra guerra" y que la solución para Siria pasa por la "retirada de las milicias iraníes, Hizbulá y el régimen". Él insiste de cara a las potencias mundiales que la "gente está agotada por la guerra". "El país no está preparado para otra y no va a meterse en otra", ha declarado desde Damasco al canal de noticias SkyNews.

El hombre detrás de la ofensiva relámpago que ha conseguido derrocar al régimen sirio entiende los temores que hay por su paso por todos los grupos islamistas de Oriente Medio. En línea con sus esfuerzos por tranquilizar a la población local, en particular a las minorías como los cristianos y los drusos, Al Golani ha lanzado este mensaje a occidente: "Sus temores son innecesarios, si Dios quiere, el país será reconstruido".

Sin embargo, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) ha registrado ya seis ejecuciones extrajudiciales por "motivos sectarios" en Siria desde la caída, el pasado domingo, del régimen. Así lo ha informado este miércoles su director, Rami Abdulrahman en unas declaraciones a la Agencia Efe, asegurando que posee pruebas en audio y vídeo de estos hechos ocurridos en varias ciudades sirias.

Las ejecuciones, según ha explicado, se llevaron a cabo por motivos de "venganza sectaria". Asimismo, ha denunciado la presencia de grupos extremistas que, ayer, por ejemplo, irrumpieron en pueblos de mayoría alauí (el credo que profesa Al Assad) en el oeste del país, coreando "consignas sectarias".

"Compromiso con los que no tienen sus manos manchadas de sangre"

Su único objetivo, dice, era acabar con el régimen de Al Assad y sus socios iraníes. "La fuente de los temores eran las milicias iraníes, Hizbulá y el régimen que cometió las masacres que estamos viendo. Pero nuestra presencia no justifica que vuelva el pánico", ha sostenido. De hecho, en los últimos días, el líder de HTS ha dado instrucciones a sus combatientes para que se respete en todo momento a la población civil.

El Mando General ha asegurado esta semana que procederá a detener a los que "propaguen las diferencias sectarias" y "amenacen a miembros de minorías", al tiempo que ha prohibido la imposición de un código de vestimenta obligatorio para las mujeres y ha garantizado "las libertades individuales" de todos los ciudadanos del país asiático.

No es el único que intenta vender la calma en Siria de cara al resto de la comunidad internacional y a las minorías. También lo ha hecho el recién nombrado primer ministro para la transición, Mohamed Al Bashir, quien ha asegurado que su "compromiso de tolerancia con aquellos cuyas manos no estén manchadas con la sangre del pueblo sirio. "Hemos concedido la amnistía a quienes estaban en servicio obligatorio", ha aclarado.

Ambos dirigentes quieren disipar el miedo sobre qué pueden hacer con el poder en Damasco. Ignacio Álvarez-Ossorio, catedrático de Estudios Árabes e Islámicos en la UCM, ha explicado este miércoles en Al Rojo Vivo que no le "extrañan" los primeros pasos al frente de la transición y pone de ejemplo al Gobierno de la Salvación Nacional -dirigido por Al Bashir y Al Golani- en Idlib. Ahí, ha añadido, HTS "ha tendido puentes con personas que estaban en las antípodas ideológicas".

El experto ha recordado que "Siria es un país muy complejo en lo étnico y en lo confesional". Por eso, hay "que tener en cuenta la sensibilidad de todos esos grupos" y formar "un gobierno inclusivo": "Tienes que gobernar para todos para no cometer los mismos errores que en Egipto".

Un gobierno transitorio

Al Bashir, ingeniero eléctrico de formación, lleva poco en política, hace tres años contribuyó al Gobierno de Salvación alternativo al de Damasco. Para despejar las dudas, deja claro que su puesto es transitorio, hasta el próximo 1 de marzo, y llama a todos a trabajar en el nuevo proyecto, a excepción de los que "tienen sus manos manchadas de sangre" de los sirios.

Su poder aún es limitado y, de hecho, la noche de este martes varias personas volvieron a saltarse el toque de queda. Pese a ellos, los sirios buscan sacudirse 50 años de dictadura encima y la normalidad parece ir imponiéndose. Damasco ha amanecido con colas en tiendas y bancos y tráfico moderado, justo la palabra que quieren proyectar del nuevo rumbo de Siria.