14.711 NIÑOS HAN PERDIDO LA VIDA DESDE LA GUERRA

Se cumple un año de la muerte de Aylan, una imagen que indujo a promesas que se ahogaron con el pequeño

La imagen la de Aylan ahogado en una playa dio la vuelta al mundo, avergonzándonos a todos y moviendo conciencias, pero no ha servido para nada. Este año 423 niños han muerto en el Mediterráneo.

Un año después de la imagen de Aylan ahogado en una playa cuando intentaba llegar a Europa que dio la vuelta al mundo, se puede ver que pese a haber removido conciencias, no sirvió para cambiar nada.

Este año han muerto 423 niños en el Mediterráneo y los que no se aventuran a llegar a Europa se enfrentan a otro infierno, como Omram, convertido en un símbolo tras los bombardeos en Alepo. Una imagen que tampoco ha llevado a nada.

Hace 365 días, el cuerpecito de Aylan Kurdi, de apenas tres años, varado en playas turcas, en pantalones cortos, sin salvavidas, e inerte, agitó conciencias, inundó las redes y provocó una marea de indignación y homenajes. También indujo a promesas de solidaridad y "nunca más" que se han desvanecido como la espuma de las olas del Mediterráneo que lo ahogó.

"Propósitos e intenciones por parte de las autoridades, pero las políticas se han radicalizado y la Unión Europea lo que ha hecho es externalizar sus fronteras, controlarla; alejar el problema pero no resolverlo", ha manifestado Andrés conde, Director general de 'Save the Children' en España.

Una Europa cerrada sobre sí misma, con más vallas y más fronteras, que mira hacia otro lado pidiéndole a Turquía que sea la compuerta del flujo migratorio.

Pero las imágenes estremecedoras se han seguido sucediendo. De niños ahogados, de los que huyen de un conflicto enquistado y de aquellos pequeños a los que les cae la guerra encima, como a otro símbolo: el pequeño Omran que también encogió el corazón del mundo.

"Se enfrentan a una vida bajo las bombas y los francotiradores. Han perdido la posibilidad de la educación, de acceder a servicios basicos de salud y tienen problemas para acceder una nutrición básica.", ha añadido Conde.

Pero siguen siendo niños, y en cuanto pueden juegan, inventándose incluso una piscina de los cráteres que dejan las bombas. Chapotean en agua estacada, esperando quizás no sumarse a esos 423 menores ahogados tras Aylan en el Mediterráneo al intentar escapar del infierno sirio.

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