LAS PROTESTAS EN LAS CALLES SON MÁS CONTENIDAS
La imagen de una anciana palestina y la detención de una activista, símbolos del conflicto palestino-israelí en las redes sociales
La polémica declaración de Trump que reconocía Jerusalen como capital de Israel ha provocado la indignación de los palestinos. Las protestas en las calles se han mantenido pero de un modo más contenido, sin llegar a una tercera intifada a la que Hamás llamaba a los palestinos.
Las imágenes de una anciana palestina en Belén mediando entre soldados y manifestantes tras el anuncio de Trump de reconocer Jerusalén como capital de Israel han inundado las redes sociales.
El histórico conflicto vuelve a la primera línea. Las nuevas generaciones ni siquiera habían cogido hasta ahora las hondas y las piedras, pero su guerra va más allá de las calles. También se lucha en las redes.
"El conflicto palestino-israelí no sólo se libra en el terreno batalla, sino también obviamente en redes sociales", explica Ignacio Álvarez-Ossorio, coordinador Oriente Medio de Fundación Alternativas.
También la detención de una joven activista palestina, conocida por un vídeo en el que increpaba a militares israelíes, se ha viralizado. Pero aunque Palestina esté ganando la batalla de las redes: "Conciencian, pero tienen muy poca efectividad a la hora de modificar la postura de los gobiernos occidentales", añade Álvarez-Ossorio.
La decisión de Trump ha indignado al mundo árabe y ha sido condenada por la ONU. Pese al llamamiento de Hamás a una nueva lucha en la calle contra los judíos, los expertos mantienen que la tercera intifada no termina de cuajar en Palestina.
"Hay escasa movilización hasta el momento y muy poca voluntad de que esa movilización sea general y se extienda por todos los territorios palestinos", asegura el coordinador. Porque después de 50 años los palestinos están cansados de luchar contra la ocupación israelí.
"No hay sumado el conjunto de la ciudadanía, entre otras cosas, por ese efecto hartazgo, ese efecto cansancio y por lo que ocurría en otras movilizaciones que tuvieron más costes que benficios", concluye.
Un coste de más de mil muertos que ahora mismo no están dispuestos a volver a asumir.