SE CUMPLE UNA SEMANA DEL ATENTADO
Unidad y velos solidarios en las ceremonias por las víctimas de Christchurch
Cientos de neozelandesas, incluida la primera ministra, se han puesto el tradicional velo islámico, aunque no sean musulmanas, en solidaridad con las mujeres de esa comunidad que han sentido miedo de llevarlo estos días tras el atentado de Christchurch.
Un gran número de mujeres en Nueva Zelanda, entre ellas periodistas y presentadoras de televisión, se cubrieron el cabello con un velo como parte de una campaña de solidaridad con las musulmanas, cuando se cumple una semana del ataque terrorista en dos mezquitas en Christchurch.
"Opté por usar un velo hoy en el estudio en solidaridad con la comunidad musulmana. Esta semana una joven de Auckland fue agredida en un tren por ser musulmana y usar un velo. Esto sucedió después de que 50 personas fueron asesinadas en Christchuch", dijo Samantha Hayes, presentadora de NewsHub, en un tuit.
La primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, participó, con un traje negro y un velo del mismo color, en un acto realizado en el Parque Hagley, frente a la mezquita de Al Noor, que junto a Linwood fueron los escenarios del ataque islamofóbico en el que murieron 50 personas y casi medio centenar resultó herido.
Muchas mujeres, que guardaron dos minutos de silencio como tributo nacional, cubrían sus cabezas con el hijab como parte de campañas "Velos en solidaridad" y "Velos para la armonía", entre otras.
Las reporteras, nacionales y extranjeras, así como las presentadoras de los informativos de la tarde, según las imágenes compartidas en las redes sociales, aparecen desde el plató y las calles de Christchurch con esta prenda.
Una de las imágenes más populares fue la de la agente de la Policía neozelandesa Michelle Evans, quien formó parte del despliegue de seguridad en el cementerio Memorial Park, donde se enterrarán a un gran número de víctimas, con un velo islámico y una flor en su chaleco antibalas.
El uso del velo islámico ha motivado muchas polémicas en todo el mundo, con ciertos sectores que piden prohibir su uso o en otros casos se han tenido que adoptar medidas especiales para que los agentes de seguridad puedan identificar a la mujer que lo porta.