ASÍ SE ESTABLECE EN UN BORRADOR DE TRABAJO
El Vaticano compara la cirugía estética con "un burka de carne"
El Vaticano inicia un debate sobre la mujer, su papel en la iglesia y la cirugía estética como agresión al cuerpo. La Asamblea Plenaria del Consejo Pontificio de Cultura analiza estos temas, incluidos en su documento 'Las culturas femeninas: igualdad y diferencia'. En el borrador del texto se critica a la cirugía estética y se considera un "burka de la carne", además se dice de ella que "puede encuadrarse como una de las muchas posibles manipulaciones del cuerpo que exploran sus límites respecto al concepto de identidad".
El Vaticano inicia un debate sobre la mujer que incluirá temas como el papel femenino en la iglesia, la cirugía estética como agresión al cuerpo de la mujer y los feminicidios. Estos temas surgen del documento 'Las culturas femeninas: igualdad y diferencia', elaborado por un grupo de mujeres, y serán estudiadas durante la Asamblea Plenaria del Consejo Pontificio de Cultura.
En el texto se reivindica el papel de la mujer en la iglesia y se admiten "posiciones ancestrales" y una "excesiva presencia masculina" en instituciones eclesiales. "El terreno aparece minado por el prejuicio y el encastillamiento en posiciones ancestrales con una excesiva presencia masculina, muchas veces refractaria a cualquier confrontación", expone.
Por otra parte, el borrador, sobre el que trabajan los miembros y consultores del Consejo Pontificio de Cultura con nombramiento pontificio, critica la cirugía estética y la define como el "burka de la carne" porque explica que es una forma de "agresión" al cuerpo femenino.
"La cirugía estética puede encuadrarse como una de las muchas posibles manipulaciones del cuerpo que exploran sus límites respecto al concepto de identidad", advierte, al tiempo que añade que cuando no es médicoterapéutica, puede expresar "agresión a la identidad femenina, mostrando el rechazo del propio cuerpo en cuanto rechazo del período de la vida que se está atravesando".
En esta línea, el texto denuncia el uso "indiscriminado e indiferenciado" del cuerpo femenino por parte de la comunicación o la publicidad a veces con fuertes alusiones sexuales y "denigración del rol femenino" y lamenta que ninguna batalla política o social haya logrado acabar con la "explotación del cuerpo femenino con fines comerciales".
Por otro lado, apunta que la pobreza es "causa y consecuencia de la violencia sobre las mujeres" y aporta estimaciones de la ONU, según las cuales, más del 70% de las personas que viven en la indigencia son mujeres. En este sentido, afirma que "la prostitución puede ser considerada la forma más difundida de esclavitud, incluso en las sociedades civiles y democráticas".