Ábalos firmó una orden para aumentar la compra de mascarillas de cuatro a ocho millones en tan solo 38 minutos

La auditoria interna que encargó el Ministerio de Interior ha encontrado irregularidades en la compra de mascarillas durante la pandemia. Entre las más graves se encuentra que en tan solo 38 minutos el Ministerio pasó de pedir cuatro millones a ocho millones de mascarillas. El encargo fue firmado por el entonces ministro José Luis Ábalos.

Según lo que se indica en el documento, se pagaron cerca de 20 millones de euros a la empresa Soluciones de Gestión, enclave central de la trama debido a que, supuestamente, pagaron comisiones a Koldo García, exasesor de Ábalos. El documento publicado por Transportes señala que la justificación que se dio para ampliar el pedido fue que "la empresa ofrecía ocho millones o nada".

"El inicial encargo de adquirir cuatro millones de mascarillas por parte del ministerio sufrió una variación al alza en un lapso de tiempo muy escaso. Apenas mediaron 38 minutos entre una orden y otra", ha explicado Óscar Puente.

Unas revelaciones que han provocado el cese del subsecretario del Ministerio, Jesús Manuel Gómez. En una comparecencia extraordinaria en el Senado solicitada por el PP, Puente ha manifestado también que ha pedido al presidente de Adif el cese del director general de Personal del gestor de la infraestructura ferroviaria, Michaux Miranda, que también está siendo investigado por la Audiencia Nacional en el caso.

La auditoría ha encontrado, entre otras deficiencias, la falta de justificación de la elección de la empresa Soluciones de Gestión como adjudicataria, cuando era la peor valorada. El ministro ha relatado, entre otras deficiencias, que no estuvo suficientemente documentada la búsqueda de otros candidatos para la compra de material sanitario y que hubo una ausencia de actos formales de suministro en las entregas.

La auditoría también alude a que fue excesiva la intervención de personas ajenas al Ministerio en el proceso de compra y Puente ha apuntado que es una referencia al empresario Víctor de Aldama, y no a Koldo García, quien en aquel tiempo sí pertenecía al departamento que entonces dirigía su antecesor José Luis Ábalos.