PANDEMIA POR CORONAVIRUS

Alberto Chicote explica con indignación por qué es "un suicidio empresarial" el Plan de Desescalada de la hostelería

El reconocido chef considera "imposible" que un restaurante abra la persiana con un 30% de ingresos máximo si tiene que acoger a todo el personal al que se había hecho un ERTE.

Alberto Chicote ha asegurado que es "imposible" que los restaurantes puedan reabrir con las condiciones que ha impuesto el Gobierno de cara a la desescalada.

Según explicó el presidente del Ejecutivo en una rueda de prensa telemática, en la primera fase de la desescalada, a la que las provincias que reúnan las características podrán acceder a partir del próximo 11 de marzo, ya se podrán abrir las terrazas a un 30% de la ocupación, y sin que ningún cliente pueda acceder al interior del local.

Una vez que la provincia en la que se encuentra el establecimientoalcanzara la fase 2, el restaurante podría abrir sus puertas a los clientes, pero siempre en servicio de mesa, y también al 30% de ocupación. Una normativa condicionada por la pandemia, pero 'inviable' para los hosteleros, según el reconocido chef.

El motivo, según ha explicado Chicote en una entrevista en Antena 3, es que en contra de lo que han pedido grupos hosteleros, cuando se acabe el confinamiento quienes tengan a sus empleados en un ERTE tendrán que acoger al 100% de todo ese personal, pero trabajando solamente con un permiso de un máximo de un 30%. Lo que supone que "desde este punto de vista no es que sea inviable, es que es imposible", según ha indicado: "Es un suicidio empresarial".

Para hacerlo más visible, Alberto Chicote lo ha explicado con un ejemplo: "Imagínate que un restaurante hasta antes del Covid factura 100.000 euros al mes. El gasto del personal es un 35%, 35.000 euros. Dentro de poco, ese restaurante en vez de facturar sus 100.000 facturará 30.000, que es máximo el 30% y tendrá que pagar 35.000 de personal".

"Abrir la persiana es hacerlo para perder dinero, ni más ni menos", ha asegurado Chicote, que ha insistido en que "toda la gente del gremio está pidiendo que haya flexibilidad para coger al personal de un modo gradual para atender a las posibilidades que uno tenga".

La situación se agrava aún más cuando el negocio no marcha del todo bien, ya que en el caso de intentar remontarlo, abrir la persiana sería aún perder más dinero, según ha reconocido el propio chef.

laSexta/ Noticias/ España