DICE QUE EL ESTADO LES NIEGA "DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS"
Anna Gabriel rechaza la propuesta de Puigdemont: "¿Negociación con un Estado que sigue acosándonos y persiguiéndonos?"
"Estaproclamación solemne de la república no ha llegado como queríamos", así se ha expresado la diputada de la CUP Anna Gabriel tras la intervención dePuigdemont. También ha rechazado una negociación con "un Estado español que despliega sin vergüenza fuerzas policiales y militares por todo el territorio, que usa técnicas de terror".
La diputada de la CUP en el Parlament Anna Gabriel ha advertido al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, de que no piensa renunciar a la república catalana, y le ha reprochado su discurso: "No podemos suspender la voluntad de dos millones" de catalanes que votaron 'sí' el 1-O.
En el pleno del Parlament, ha explicado que se preveía otro tipo intervención, en que iban a participar los 10 diputados, que en 10 idiomas iban a decir al mundo que el Parlament había proclamado la independencia de Catalunya, pero que la han cambiado después de que Puigdemont haya dicho que asume que Catalunya debe ser Estado pero que plantea suspenderlo unas semanas para dialogar.
"Ni nosotros ni mucha gente vamos a renunciar. No hay derrota que valga. Estamos dispuestos a defender la república catalana. En el nombre de las personas que llevan un nuevo mundo en el corazón, seguiremos luchando por la república", ha sentenciado Gabriel, cuyo grupo ha llegado tarde al pleno tras una reunión de última hora con Puigdemont y JxSí.
Considera que no se pueden suspender los efectos de la independencia, y menos en virtud de una negociación y una mediación con el Gobierno central: "¿Negociación con quién? ¿Con el Estado que sigue persiguiéndonos y amenzándonos, que despliega sin vergüenza cuerpos policiales y militares, y que azuza a la ultraderecha y nos niega derechos?".
Gabriel ha argumentado que la proclamación de la república catalana sería además una "herramienta de negociación" para conseguir un diálogo de igual a igual con el Estado, pero advierte de que sólo se puede dialogar con un interlocutor que reconoce derechos, incluido el de autodeterminación.