Cuándo hacerse la prueba
Así funcionan los test rápidos de COVID que llegarán a las farmacias sin receta: características y efectividad
El Ministerio de Sanidad aprueba este martes un Real Decreto para que la población general pueda acceder a estas pruebas sin receta médica, como ocurre con los test de embarazo. Te explicamos cómo funciona este mecanismo para detectar el coronavirus.
El Ministerio de Sanidad aprueba este martes un Real Decreto para autorizar la venta general y sin prescripción en farmacias de los test de antígeno para autodiagnóstico. Es decir, la herramienta más rápida y sencilla de detectar el COVID, a partir de ahora, podrá ser adquirida sin ningún tipo de receta médica. Como un test de embarazo. Como un test para medir la glucosa.
Ahora bien, ¿en qué consiste exactamente esta prueba?, ¿es eficaz? Lo primero que hay que tener en cuenta es que, tal y como explica la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), el momento en el que se utiliza el test es fundamental.
Concretamente, quien quiera comprobar si tiene coronavirus o no, deberá realizarse la prueba durante los cinco primeros días desde el presunto contagio. Básicamente, el momento en el que la carga viral es más alta y, por tanto, el virus es más detectable. Repasamos las principales características de este instrumento de detección:
¿Qué efectividad tienen los test rápidos?
La AEMPS es clara a la hora de recomendar estas pruebas. Como escribe la entidad, para que un test pueda ser adquirido en una farmacia debe cumplir unos "requisitos mínimos de rendimiento". Aquí es donde entra el concepto de 'especifidad' —lo que dictamina lo fiable que es una prueba o no—.
Los test validados por la Agencia del Medicamento deben tener, como mínimo, una especifidad del 97%. Es decir, de cada 100 pruebas realizadas por 100 sujetos sanos, como mínimo 97 de ellos deberían dar negativo.
No obstante, la AEMPS también pide un mínimo porcentaje en cuanto a la 'sensibilidad' de la prueba —al contrario que la especifidad, este parámetro mide la probabilidad de diagnosticar correctamente a un individuo enfermo, de tal forma que no de un falso negativo—. En este caso, el valor mínimo debe ser mayor o igual a un 90%.
Junto con eso, para tener el visto bueno de las entidades oficiales, el test debe contener el etiquetado marcado CE, seguido de cuatro dígitos del organismo notificado que lo ha evaluado. Para comprobarlo, puedes consultar esta página web donde la Unión Europea recoge las pruebas que han pasado el filtro.
¿Cómo se utiliza el test?
Como con todo tipo de prueba, hay que seguir cuidadosamente las instrucciones del fabricante. Si no, el resultado podría verse afectado. Generalmente, estas pruebas vienen equipadas con tres cosas: el aparato detector, un tubo con líquido, que contiene el reactivo, y una lanceta o bastoncillo que hay que introducir en la nariz (en ambos orificios).
Acto seguido, ese bastoncillo debe ser introducido en el líquido durante unos 15 segundos y, de ese líquido restante, hay que echar tres gotas con una pipeta en el aparato detector. Luego hay que esperar unos 10 minutos hasta que aparezca el resultado.
¿Cómo saber si soy positivo o negativo?
Como verás en el aparato detector, el test tiene dos tipos de letra (C y T), que hacen referencia a "control" y "test". Para que el resultado sea positivo, deben de aparecer visiblemente marcadas las dos líneas correspondientes a cada letra.
Por el contrario, si has dado negativo, solo verás dibujada la línea correspondiente a la letra C. Aun así, recuerda, dicha línea debe ser totalmente visible, porque si no, la prueba podría haber sido defectuosa o podría haberse cometido algún error en su utilización. Por ello, sería inválida.
¿Y qué hay que hacer después de conocer el resultado?
Si has dado positivo, da igual que tengas síntomas o no: debes someterte a una cuarentena de forma inmediata, así como ponerte en contacto con los servicios de salud de tu comunidad autónoma para que sepan de tu condición y puedas hacer una prueba PCR.
En cambio, si das negativo, ello no quiere decir que no tengas la enfermedad. Como hemos dicho, la efectividad de estos test no es, en absoluto, infalible, por lo que podrías tener la enfermedad y simplemente mostrar una carga viral baja o haber hecho el test en un momento incorrecto (cabe recordar que debe realizarse en la primera semana desde el posible contagio). En este último caso, las autoridades sanitarias recomiendan aislarse igualmente y, de nuevo, contactar con los servicios médicos.