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Los bailes de la limpiadora de hospital en plena calle que arrasan en redes: "Sonó una muiñeira y me puse a bailar"
Ana Ramos se dedica a limpiar hospitales desde hace 14 años. En plena crisis por el coronavirus, ha saltado a la fama por sus bailes cada vez que sale a trabajar al Hospital de Oza de A Coruña.
"Bajaba de casa para ir a trabajar, sonó una muiñeira y me puse a bailar. Y ahí empezó todo". Así cuenta Ana Ramos, limpiadora de hospitales, cómo fue el arranque de su propio fenómeno viral en plena pandemia del coronavirus.
Ana lleva 14 años dedicándose a la limpieza de centros de salud. Al salir a la calle el pasado 23 de marzo, una de sus vecinas la grabó cuando iba a meterse a su coche para ir al Hospital de Oza de A Coruña.
Sin cortarse, Ana bailó una muiñeira. Rápidamente, ese vídeo sumó miles de reproducciones en redes sociales. En una entrevista a Efe, reconoce que las muñeiras le "encantan", aunque afirma que el baile de ese día fue "el más bonito de todos".
"A mí me gusta la cara de los niños en ese instante"
"Después ya vinieron los siguientes y hoy ya no sé ni cuántos llevo", afirma. Lo cierto es que se ha convertido en todo un fenómeno en redes... pese a no tener un perfil creado en ninguna.
Ana cuenta que se enteró de su repentina fama cuando su vecina se lo contó. Fue a través de una llamada en la que, al ver la repercusión que ese vídeo había tenido, su vecina le llamó para pedirle perdón.
"Ahora nos hemos hecho muy amigas", asevera Ana. Ahora, cada tarde, sus vecinos esperan impacientes a que aparezca por la calle para grabar su baile. "A mí me gusta la cara de los niños en ese instante y cuando después paso con el coche pitando. Se alegran porque están encerrados", asegura.
Para ella, también están siendo días "muy duros", aunque pone al mal tiempo buena cara junto a sus compañeros: "Hacemos sesión vermú, el sábado y el domingo. Nos ponemos en las ventanas. Y nos hemos conocido, vaya".
La suya es una de las muchas historias que han aparecido durante esta pandemia global, la cara alegre para luchar contra los duros datos, contra las duras realidades con las que nos encontramos cada día.