CASO BÁRCENAS | COSPEDAL Y RAJOY, EN EL PUNTO DE MIRA
Bárcenas cumple un mes en la cárcel de Soto del Real
Luis Bárcenas cumple este sábado su primer mes en prisión. Un mes intenso, en el que el extesorero ha optado por cambiar su estrategia de defensa y poner en marcha la maquinaria mediática y judicial a su alcance para tratar de demostrar que el que fuera su partido se financió de forma ilegal durante 20 años.
Tras ingresar en la prisión madrileña de Soto del Real el pasado 27 de junio, el extesorero ha lanzado una batería de acusaciones de irregularidades en el PP para poner en el punto de mira a la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, y al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Precisamente, las confesiones que ha hecho Bárcenas, primero en una entrevista con el director de El Mundo, Pedro J.Ramírez, y las que hizo el pasado 15 de julio ante el juez Pablo Ruz, llevaron a los grupos de la oposición a pedir explicaciones a Rajoy, que finalmente ha decidido comparecer en el Congreso el próximo 1 de agosto.
El cambio en la estrategia de defensa del extesorero se hizo evidente con la publicación de esa entrevista en El Mundo el domingo 8 de julio. Ello provocó que sus abogados durante los cuatro años de instrucción del caso Gürtel, el catedrático Miguel Bajo y Alfonso Trallero, renunciaran a seguir representándole, alegando "discrepancias" profesionales.
Al día siguiente por la tarde, Pedro J.Ramírez entregaba al Juzgado de Ruz los originales de los llamados "papeles de Bárcenas", de los que hasta ese momento solo había las fotocopias que en enero publicó El País, "papeles" que el extesorero había negado en todo momento que fueran suyos y que él los hubiera filtrado.
Ese cambio de rumbo y la aparición de los originales -que, en boca del fiscal del caso, Antonio Romeral, "se buscaban con ahínco", llevaron a Ruz a llamar a declarar con menos de 24 horas de antelación a Ramírez y para el lunes 15 de julio al extesorero.
El día previo a la declaración del extesorero, El Mundo publicaba unos sms que se intercambiaron el presidente del Gobierno y el extesorero a cuenta del caso "Gürtel", información que el diario tituló: "Bárcenas guardaba silencio por el apoyo que le daba Rajoy".
Ese titular hacía prever que en su nueva cita ante el juez -en relación a la causa en la que se investiga la existencia de una contabilidad opaca en el PP-, el extesorero iba a tomar una postura contraria a la que adoptó el 22 de marzo, cuando fue llamado por primera vez a declarar ante Ruz en el marco de esa pieza separada de Gürtel y anunció que no iba a declarar "ni hoy ni en ninguna otra comparecencia".
Las expectativas se cumplieron y Bárcenas estuvo declarando durante cinco horas. A lo largo de su comparecencia, Bárcenas aseguró que pagó en B un total de 90.000 euros a Rajoy y Cospedal, y sobre ésta lanzó la sospecha de haberse beneficiado de una supuesta comisión de 200.000 euros a cambio de otorgar una contrata de limpieza en el Ayuntamiento de Toledo a la empresa Sufi, propiedad de Sacyr.
También aseguró haber recibido en la cárcel la visita de un abogado para advertirle del "jaleo" en que se iba a meter si declaraba, ya que su mujer podía también acabar en prisión y a él le podría pasar "lo que le ocurrió a Mario Conde".
Sin embargo no hizo caso de esas advertencias y tan extensa fue su declaración que Ruz le preguntó en una ocasión si quería parar para descansar, a lo que éste respondió: "Yo le rogaría señoría, acabar esto y volver a prisión lo antes posible".
Y ahí sigue. Pendiente de conocer la decisión de la sección cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que el pasado jueves celebró una vista para revisar la orden de prisión que dictó Ruz, a petición de la Fiscalía Anticorrupción.