Día Internacional de la Mujer
La batalla por el feminismo divide al Gobierno de coalición con el 8M como escenario
El PSOE y Unidas Podemos han elevado la crispación en torno a la lucha por los derechos de la mujer coincidiendo precisamente con el 8M. Las diferencias se han escenificado en el Congreso, y no sólo con la ley del 'solo sí es sí', aunque ni socialistas ni morados hablan de ruptura.
La votación en el Congreso de los Diputados sobre la toma en consideración del texto presentado por el PSOE para reformar la Ley de Libertad Sexual, conocida como la ley del 'solo sí es sí', se convirtió en el escenario para evidenciar la fisura del la coalición en materia de Igualdad y feminismo. Y después de la votación, el silencio. Una ausencia de gestos y de celebraciones que evidencia el punto crítico que atraviesa la coalición. Una división con la que han llegado al 8M y que es imposible ignorar.
La lucha de las mujeres y la conquista del relato feminista es a día de hoy 'arma arrojadiza' entre los socios de Gobierno. La formación morada mantiene hasta este momento que la propuesta del PSOE para reformar la ley del 'solo sí es sí' es volver al "Código Penal de La Manada", en referencia a las penas que había en 2016. También acusan al PSOE de "traicionar a las mujeres". Muchos grupos han reiterado a Unidas Podemos que esta propuesta de reforma no ataca el consentimiento, pero la diputada Lucía Muñoz persistía en su mensaje. "El PSOE se alía con PP y Vox para [...] volver al calvario probatorio, un modelo en el que debía ser normal que nuestro novio nos penetrase mientras dormíamos. Esto es lo que late de fondo en la reforma", sostenía Muñoz desde la tribuna.
Para los socialistas, esta sigue siendo una buena ley que necesita completarse "con un abordaje penal serio y a la altura de la causa". Así lo ha defendido Andrea Fernández, pidiendo responsabilidad: "El PSOE asume la responsabilidad de modificar la ley [...] para responder ante las víctimas que se han visto perjudicadas por la norma, que no ha tenido los efectos deseados". "Estamos cansadas de sus peroratas, señorías de Unidas Podemos. Dejen la hipérbole y hablen más de soluciones, es lo maduro y lo serio.", añadía.
Desde la distancia, en una entrevista posterior en la Ser, el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, pedía ser "consecuentes" y "responsables" a los morados. "No entiendo ciertas intervenciones que se alejan de la realidad. Tendríamos que haber hecho las cosas guiadas por el sentido común", sentenciaba.
Una división evidente que en esta ocasión tiene como protagonista involuntaria la lucha por los derechos de la mujer. El ministerio de Igualdad, con Irene Montero ha visto cómo su ley inicia los trámites para ser reformada sin que estén de acuerdo. Las más de 700 rebajas de condenas a agresores sexuales en aplicación de la ley del 'solo sí es sí' llevaron al PSOE a plantarse y a liderar en solitario una reforma, aunque para aprobarla se tenga apoyar en los votos del PP.
Nadie en el Gobierno previó esas rebajas, pero la tramitación parlamentaria de la llamada oficialmente Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual tampoco fue pacífica en la coalición de gobierno a cuenta de la prostitución. El pulso, en aquella ocasión, también lo ganó Igualdad, y el grupo socialista se vio obligado a retirar 'in extremis' las enmiendas con las que planteaba ampliar el castigo a los proxenetas. Eliminado ese capítulo, registró en solitario una proposición de ley para caminar hacia la abolición de la prostitución que incluye multas para los puteros, pero que, nueve meses después de pasar por el pleno, no avanza en su tramitación parlamentaria.
La ley trans impulsada por Igualdad, que permite el cambio de sexo en el registro sin condiciones desde los 16 años, no gustó a parte del PSOE, pero finalmente el proyecto vio la luz sin modificaciones, y Carmen Calvo, desbancada de la vicepresidencia primera del Gobierno, quedó al frente de la minoría socialista disidente.
La última brecha se abría esta semana también con la ley de Paridad anunciada por Sánchez. Una ley en la que Igualdad no ha participado y que este martes era presentada por Félix Bolaños ante el Consejo de Ministros y ante la sociedad, en la rueda de prensa posterior, por la vicepresidenta primera Nadia Calviño.
Mientras, Yolanda díaz guarda silencio, aunque también empieza a recibir críticas directas desde las filas socialistas. El mismo portavoz, Patxi López, le recriminaba ayer en los medios no haber tenido un papel más proactivo en las negociaciones de la reforma del 'solo sí es sí'. Unas tensiones que hacen que la pregunta sea evidente. ¿Es posible la continudad de la coalición? ¿Se está más cerca de una ruptura? Lo cierto es que ninguno de los grupos contempla la ruptura del Ejecutivo y ambos coinciden en que se va a "trabajar" para continuar avanzando.