Con algunos momentos de tensión

Cádiz y Pamplona dan el último adiós a los dos guardias civiles fallecidos en una operación contra el narcotráfico

Uno de los agentes era natural de San Fernando y padre de una niña. El otro, procedente de Barcelona, tenía dos hijos, estaba destinado en Pamplona y desde hace un par de semanas prestaba servicio en el operativo de control de narcolanchas en Cádiz.

Cádiz y Pamplona han dado su último adiós a los dos guardias civiles fallecidos durante una operación contra el narcotráfico en el puerto de Barbate, en Cádiz. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se ha trasladado hasta la capital navarra para dar sus condolencias a los familiares de uno de los fallecidos, si bien se han producido algunos momentos de tensión después de que la viuda del agente rechazara la medalla de Interior a título póstumo para su marido.

Entretanto, la catedral de Cádiz ha acogido la misa funeral del otro guardia civil fallecido, Miguel Ángel González Gómez. Agentes de este cuerpo han querido despedirse de su compañero, natural de la localidad gaditana de San Fernando, en un acto al que también han acudido representantes de diferentes fuerzas del orden, en una ceremonia oficiada por Óscar González Esparragosa, vicario general de la diócesis de Cádiz y Ceuta.

Al término de la misa el féretro ha sido sacado a hombros entre lágrimas por sus compañeros, a los que seguían familiares, alguno de los cuales portaba un retrato del agente fallecido y una flor. González, de 39 años, era agente del Grupo Especial de Actividades Suacuáticas (GEAS), natural de San Fernando y padre de una niña.

El delegado del Gobierno de España en Andalucía, Pedro Fernández, ha asistido al funeral acompañado de la subdelegada del Gobierno en Cádiz, Blanca Flores, para mostrar sus "sinceras condolencias, respeto y profundo pesar" por la muerte de los dos agentes.

También han acudido el consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz, y el alcalde de Cádiz, Bruno García, así como la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada.

La capilla ardiente del otro fallecido, David Pérez Carracedo, ha quedado instalada este domingo en la Comandancia de la Guardia Civil de Pamplona, a donde se ha trasladado el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

David Pérez, agente del Grupo de Acción Rápida (GAR), de 43 años, nacido en Barcelona y padre de dos hijos, residía en Sarriguren, en el municipio navarro del Valle de Egüés, de donde es originaria su familia.

Ambos agentes fallecieron en la noche del pasado viernes al ser arrollada la patrullera en la que se encontraban por una narcolancha en el puerto de Barbate, por lo que han sido detenidas ocho personas.

Los hechos sucedieron cuando los agentes, junto a otros cuatro compañeros, se dirigían a identificar a los ocupantes de varias narcolanchas que se habían refugiado del temporal en el puerto de Barbate (Cádiz).

Mientras varios vecinos que estaban en el muelle les jaleaban, una de las narcolanchas pasó por encima de la embarcación de los agentes, mucho más pequeña. Otros dos guardias que resultaron heridos, uno de ellos de gravedad, se recuperan favorablemente.

La viuda del agente David Pérez ha rechazado la medalla que le iba a imponer el ministro del interior, Fernando Grande-Marlaska, en la capilla ardiente instalada en la comandancia de Pamplona. Según han confirmado a EFE tres personas distintas que estaban entre los asistentes a la capilla ardiente, cuando el ministro se ha acercado a imponer la medalla a la viuda, cuya identidad no ha sido facilitada, ésta la ha rechazado visiblemente emocionada.

Los asistentes han comentado que se ha tratado de un momento muy tenso, debido a que, además, estaban presentes las principales autoridades de Navarra, encabezadas por la presidenta del Gobierno de Navarra, la socialista María Chivite. Fuentes del entorno del ministro han dicho a EFE que ha sido un acto celebrado en la intimidad y que no se pronuncian sobre este tipo de actos, y se han limitado a decir que Grande-Marlaska ha asistido a la capilla ardiente para mostrar sus condolencias a los familiares de David Pérez Carracedo.

Tras la capilla ardiente tiene lugar en la catedral de Pamplona el funeral por el agente de la guardia civil, que residía en Navarra, donde estaba destinado en la comandancia de Pamplona en el Grupo de Acción Rápida y desde hace un par de semanas prestaba servicio en el operativo de control de narcolanchas desplegado por el Instituto Armado en la provincia Cádiz.

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