NO PODRÁ VENDER LA RESIDENCIA OFICIAL COMO PRETENDE
La casa que Monago dice pagarse cuesta a los extremeños 17.000 euros sólo en seguridad
La residencia oficial de los presidentes de Extremadura no se puede vender; está en suelo dotacional y no puede tener uso privado. José Antonio Monago anunció que lo haría por dos millones de euros, como ejemplo de austeridad. Él siempre presume de vivir en su casa y de pagarse la luz y el agua. Pero su vivienda en Badajoz tampoco sale gratis. Instalar sistemas de seguridad y cámaras le ha costado a la Junta 17.000 euros. El sindicato de policía SUP denuncia además que se han tenido que desviar efectivos de la calle a vigilar su residencia.
Monago no puede vender la residencia oficial. Hace unos días anunció que lo haría por unos dos millones de euros, como ejemplo de que es un presidente austero, pero la ley se lo impide: el suelo es dotacional, es decir, no puede tener uso privado. Y no sólo eso: según los sindicatos policiales dicen que sólo en instalar cámaras de seguridad en su domicilio privado se han gastado 17.000 euros.
La residencia oficial que Monago pretende vender tiene 600 metros cuadrados en cuatro plantas y jardín de 1.500 metros con piscina. El presidente extremeño pretendía sacar por ella dos millones de euros. Pero se ha llevado una desagradable sorpresa: el Plan General urbanístico impide que se destine a fines privados. Su uso sólo puede ser público. Y eso limita mucho las opciones de venderla.
Monago sostiene que él renunció al palacete para ahorrar dinero. Pero vivir en su casa particular no les sale gratis a los extremeños. La vivienda ha tenido que ser acondicionada, lo que ha supuesto un gasto de 17.000 euros sólo en instalación cámaras.
Además, la Junta paga a una empresa privada de Seguridad que es la que se encarga de la vigilancia del interior de la vivienda. El Sindicato Unificado de Policía denuncia que la plantilla de policía de Badajoz no está diseñada para vigilar la casa del presidente. Se hace a costa de los ciudadanos. La oposición considera que la venta del palacete es sólo una cortina de humo para que no se hable de los viajes a Canarias a costa del Senado.