ASÍ FUE LA DESPEDIDA DE FEDERICO TRILLO

Casi 14 años después del Yak-42, Trillo se marcha con el mismo discurso y sin pedir perdón

Federico Trillo pasa sus últimas horas como embajador a falta de que entre en vigor su cese recién aprobado. En su comparecencia sin preguntas, insinuó que podría volver al Consejo de Estado, y además dejó otras dudas sin resolver.

Trillo se va de la embajada como si últimamente no hubiera pasado nada, obviando hablar de dimisión y comentando solo sus ganas de marcharse. "Como saben, hace ya algún tiempo comuniqué al Gobierno mi decisión de ser relevado como embajador de España en el Reino Unido", comenzaba su declaración el exministro.

Sin apenas levantar la vista del papel, no mencionó el informe del Yak-42, ni a los familiares de las víctimas, ni nada parecido a un perdón. La única deferencia para irse fue con el Gobierno, recordando que pidió "que esta dimisión fuera cuanto antes para no interferir en la acción del Gobierno".

Así se despidió como embajador, justo después de que Rajoy respaldara a Cospedal por asumir el informe del Consejo de Estado, aunque Trillo avisó de que su intención es reincorporarse a su carrera profesional.

Se trata de su puesto, precisamente, en el Consejo de Estado, y antes de irse de la embajada, Trillo presumió de gestión y de experiencias vividas como los Juegos Olímpicos o el referéndum de Escocia.

Todo con una cuidada puesta en escena con fotos dedicadas de los reyes. Casi 14 años después del Yak-42, Trillo abandonó su puesto de embajador, pero se fue sin cambiar de discurso.

laSexta/ Noticias/ España