EL PP DEFIENDE A TRILLO
Catalá cree que ni el Gobierno ni Trillo deben pedir perdón por el Yak-42 porque "no tuvo responsabilidad"
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha afirmado que ni el Gobierno ni el exministro de Defensa Federico Trillo deben pedir perdón por el accidente del Yak-42 ya que no se ha acreditado su responsabilidad en el mismo.
En declaraciones a los periodistas antes de inaugurar una jornada sobre responsabilidad penal de las empresas, Catalá se ha pronunciado así después de que la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid y expresidenta regional, Esperanza Aguirre, dijese en 'El Objetivo' que el Gobierno, el PP y "todos" deben disculparse por la gestión del accidente del Yak-42 en 2003.
No ha coincidido con Aguirre el titular de Justicia que cree que "ni el Gobierno ni el PP han eludido nunca responsabilidades" y que la causa del accidente no derivó de una mala gestión. Si hubiese sido así, ha proseguido, "por supuesto que habría que asumir esas responsabilidades".
A juicio del ministro, pedir perdón está relacionado con la asunción de responsabilidades y "judicialmente no se ha acreditado la responsabilidad por parte del Gobierno ni del ministro" en el accidente. No obstante, ha añadido que el Gobierno debe acompañar y profesar la "máxima cercanía y el afecto" hacia las 62 familias que perdieron a un ser querido en el accidente.
Y ha añadido que si algo ha caracterizado a este gobierno es la atención a las víctimas de todo tipo que se ha traducido en la aprobación del Estatuto de las Víctimas. El exministro de Defensa en el momento del accidente y actual embajador de España en Reino Unido, Federico Trillo, anunció que su intención es volver a su puesto de letrado del Consejo de Estado, órgano que dictaminó que el Ministerio de Defensa tuvo responsabilidad en el accidente.
Por su parte, el Gobierno comunicó que relevará a Trillo de su puesto como embajador en el marco de una remodelación que afectará a un total de 72 embajadores aunque desvinculó esta medida del dictamen del Consejo de Estado que llevó a la oposición a pedir su dimisión.