Pandemia de coronavirus
Cataluña estudia limitar los encuentros nocturnos en la calle para evitar rebrotes
El secretario de Salud Pública catalán, Josep Maria Argimon, ha explicado que el Govern plantea nuevas "recomendaciones" para evitar tener que llegar al confinamiento voluntario en la comunidad.
El nuevo secretario de Salud Pública catalán, Josep Maria Argimon, ha avanzado en una entrevista en 'Catalunya Ràdio' que el Govern plantea reducir las reuniones sociales en la calle a altas horas de la noche. Una medida que iría encaminada a tratar de contener los brotes de coronavirus que afectan a la comunidad.
Esta medida no sería tanto una prohibición, tal y como ha explicado Argimon, sino una recomendación para que los grupos que se concentran en la calle por la noche, a pesar de la pandemia, no sean multitudinarios y se limiten a unas "seis, siete y ocho personas".
"Quizás, en algunos momentos, no tenemos que quedar a altas horas de la noche", ha explicado, indicando que a esas horas "la sociabilización es diferente".
Así, el experto ha negado que esto se trate de una especie de "ley seca". "A determinadas horas se puede beber tranquilamente en casa", ha respondido el epidemiólogo, sin detallar las medidas que estudian desde el departamento y sobre las que todavía no se ha tomado una decisión.
No obstante, ya el martes en una entrevista en 'TV3', Argimon ya perfilaba por dónde irían encaminadas algunas de las próximas medidas restrictivas que el Govern planea implantar para frenar el avance del COVID-19 en Cataluña y evitar tener que llegar al confinamiento domiciliario, una situación a la que, dice, "no debemos volver". "No descartemos alguna medida más de lo que vendría de nuevo y podrían ser las restricciones de diez o quince personas a altas horas de la noche", señalaba el experto.
Barcelona reduce el aforo en sus playas
Algunas de las zonas más afectadas por los nuevos casos de coronavirus ya han tomado sus propias medidas. Es el caso de Barcelona, que el pasado martes redujo el aforo de sus playas un 15% más del que ya se había implantado en junio.
Esta medida supone que cerca de 8.000 usuarios menos podrán disfrutar estos días de las diez playas que tiene Barcelona. Se establece así una ocupación máxima diaria de 32.000 personas.