Rubén Villalba
El comandante de la Guardia Civil investigado en el 'caso Koldo' usaba a subordinados para recados para miembros de la trama
El comandante Rubén Villalba utilizaba a algunos agentes de la Guardia Civil como taxistas o recaderos para los involucrados en el 'caso Koldo', como algo de ellos ha reconocido ante el juez.
El comandante Rubén Villalba, miembro del 'caso Koldo' que recibió 88.119 euros, por parte tanto del empresario Víctor Aldama, así como del asesor de Ábalos, Koldo García, tenía a varios guardias civiles trabajando para él. Todos estaban bajo su cargo y para colaborar con el resto de involucrados..
Hacían de taxistas y recaderos. Uno de ellos, en su declaración ante el juez, lo reconoce. Tuvo que recoger un sobre de las oficinas de Víctor de Aldama. Y también entregar otro a Koldo García. "En una ocasión, Rubén Villalba lo ordenó entregar un sobre tamaño folio en el restaurante 'La Chalana' a la atención de Koldo García, el cual esperaba en unos sillones", señala el informe de la UCO sobre la declaración de un agente.
Este mismo agente hizo de taxista para Koldo García. Lo recogió en Malasaña, lo llevó a diferentes puntos de Madrid, incluida la comisaría donde trabajan, y finalmente lo dejó en la estación de Chamartín. Eran órdenes de su superior, insisten todos los involucrados, y las cumplían.
Varios de los agentes reconocen, además, haber hecho transferencias bancarias, algunas de ellas de hasta 2.500 euros, a Rubén Villalba. Unos pagos que luego les devolvía en efectivo. Así habría blanqueado el dinero que recibía. Y resulta curioso que todas esas transferencias se hacían con conceptos similares de "viajes".
Otro agente declara haber acompañado hasta la puerta de las oficinas de la UCO a Rubén Villalba. El motivo era indagar para ver si alguien de la trama estaba ya fichado: "La respuesta de esta Unidad era que esta persona era un investigado y que se tuviese cuidado. Villalba se ofreció a ayudar en la investigación que estuviera abierta sobre esta persona".
Rubén Villalba también mandaba presuntamente a algunos de estos guardias civiles a inspeccionar las oficinas de Aldama. Quería saber si había micros. Aunque el agente implicado dice que era una simulación y que no recuerda qué oficina era.