El complejo debate sobre la abolición de la prostitución: por qué el PSOE tuvo que retirar su enmienda y qué proponen los partidos

El PSOE salió este miércoles del Congreso de los Diputados con indignación, y eso que en la cámara bajase aprobó por mayoría la llamada ley del 'solo sí es sí', una de las medidas estrella que prometía el Gobierno de coalición para esta legislatura, encabezada por el Ministerio de Igualdad de Irene Montero (Unidas Podemos). La razón: en el último momento los socialistas tuvieron que sacar de la norma la enmienda sobre prostitución porque ponía en riesgo la aprobación de la ley en su conjunto.

Tras meses de duras negociaciones, las primeras discrepancias entre los dos partidos del Gobierno sobre cómo abordar todas las cuestiones de esta nueva norma pudieron resolverse finalmente con la aprobación en Consejo de Ministros de la misma. Pero los problemas no acabaron ahí. El proyecto planteaba, entre otras cosas, la eliminación del abuso sexual del Código Penal (considera que todo acto sexual sin consentimiento supone una agresión sexual) y recogía el consentimiento claro y expreso para que no existiera agresión. Sin embargo, el PSOE quería ampliar más la norma.

Lo quiso hacer con un punto contra la prostitución. En concreto, la formación liderada por Pedro Sánchez pretendía ejercer una persecución efectiva del proxenetismo y sancionar a los hombres que acudan a la prostitución, así como poner el foco en la tercería locativa, que permitiría "acabar con la impunidad de los dueños de los prostíbulos", según palabras de los socialistas. Un plan muy criticado por el resto del arco parlamentario, a excepción del Partido Popular, que poco después reveló que iba a apoyar la enmienda del PSOE.

"El PSOE se queda solo defendiendo la abolición de la prostitución en la ley de libertad sexual. No podemos perder un minuto en legislar contra el proxenetismo. Triste retroceso en un texto que pierde mucho valor", denunció Adriana Lastra después de que saliera finalmente adelante la ley sin la enmienda de su partido. Pero ¿qué piensan de esta cuestión las demás formaciones políticas? ¿Están en contra de abolir la prostitución y por eso no salió la norma? Lo cierto es que la discusión ha sido y sigue siendo más compleja que lo expresado por Lastra.

Agradezco que el PSOE impulse una ley abolicionista para acabar con la impunidad de la industria proxeneta y garantizar los derechos de mujeres en contextos de prostitución"

Desde Unidas Podemos, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha defendido en varias ocasiones que es "abolicionista", pero que sin embargo esta cuestión es "compleja" y se necesitan "datos para acabar de verdad con la explotación sexual". De hecho, tras la aprobación de la ley de 'solo sí es sí', Montero agradeció al PSOE la retirada de la enmienda y la puesta en marcha de una proposición de ley para avanzar hacia la abolición de la prostitución: "Quiero agradecer especialmente al PSOE, que además impulsa una ley abolicionista que suma a los esfuerzos del Gobierno para acabar con la impunidad de la industria proxeneta y garantizar derechos de mujeres en contextos de prostitución".

Así, las críticas de la formación morada y de los otros partidos que conforman el arco parlamentario del Congreso no criticaban tanto la enmienda del PSOE por el fondo y la forma, sino por los tiempos con los que querían actuar para sacar esta ley adelante. Gran parte del Congreso, excepto el PP, reprochó al PSOE introducir una cuestión tan relevante a última hora en la nueva ley sin abordar antes un debate crucial para su puesta en marcha y sin pactarlo con ninguna formación. Y aquí, las posiciones de los partidos varían.

Desde Ciudadanos se han mostrado partidarios de "regular la prostitución libremente ejercida", mientras que EH Bildu ha considerado que se roza el paternalismo con una norma así, argumentando que "una cosa es que no te guste la prostitución y otra cosa es que sea un delito". En Vox denunciaban la ley porque sería "como prohibir el hambre". Por su parte, En Comú Podem mostraba gran escepticismo con la cuestión de la tercería locativa argumentando que "La decisión de introducir de nuevo el delito de tercera locativa, despenalizado en 1995 con la reforma del Código Penal, pone en riesgo a las personas que ejercen la prostitución, puesto que la penalización de este tipo de conductas ha demostrado efectos muy perjudiciales".