Nueva jornada frenética

Junts amenaza con tumbar la ley de amnistía si no alcanza a "todos" y es de "aplicación inmediata"

El Congreso se enfrenta a otra jornada frenética en la que no es seguro que salga adelante la ley de amnistía ya que Junts no tiene cerrado el sentido de su voto. Los de Puigdemont intentan que el terrorismo y la alta traición se incluyan como amnistiables.

Los últimos movimientos judiciales han provocado que Junts busque con más fuerza blindar una amnistía para Carles Puigdemont y Tsunami Democràtic. Los independentistas han llegado a deslizar que se plantean votar 'no' a la ley de amnistía en el pleno de hoy. Junts apura las negociaciones hasta el último minuto tratando de que el terrorismo y la alta traición sean amnistiables. Tras la reunión de la Ejecutiva de Junts, fuentes del partido señalan a laSexta que se ha llegado al acuerdo de no apoyar la ley de amnistía si no alcanza a todos los independentistas. Creen que debe incluir a "todo el mundo" y debe ser de "aplicación inmediata".

Por eso, advierten de que la propuesta de amnistía que se vota hoy "no garantiza estos dos objetivos", sobre todo vista la deriva de varios estamentos judiciales para "boicotear la ley" y dejar a muchos independentistas fuera. Explican que todavía se está negociando y "negociaremos hasta el último minuto" para introducir cambios para conseguir estos objetivos. "Si estos cambios no se aceptan, Junts no podrá votar a favor de la ley", añaden.

Como se trata de una ley orgánica, se necesitan 176 votos a favor, por lo que, si Junts no apoya el texto, la ley volvería a la Comisión de Justicia y se reabriría el debate parlamentario. Es decir, abría un mes más de negociaciones entre PSOE y los independentistas.

El exportavoz de En Comú Podem en el Congreso Jaume Asens, uno de los impulsores de la ley de amnistía, ha hablado esta mañana en una entrevista en La2 de la situación de incertidumbre. "Si cae la ley no sé lo que puede pasar después. Igual todo va bien, igual el guión que tiene Junts se produce, pero cuando tú tensas tanto la cuerda y vas tan al límite juegas con fuego, y yo no jugaría con una cosa tan seria. La vida de mucha gente depende de esta ley", ha expresado. Así, ha instado a PSOE y Junts a que "se esfuercen para llegar a un acuerdo porque sería una imagen desastrosa" después de más de seis meses negociando. Por ello, ha propuesto aprobar el texto de la amnistía que, según él, tienen acordado en un 99%, y más adelante "hacer una nueva reforma de la ley si los jueces en su aplicación la sabotean".

El texto de la norma que se debatirá y verá la luz es el de la ponencia remitida por la Comisión de Justicia salvo que se apruebe alguna de las enmiendas que grupos parlamentarios como Junts y ERC han mantenido "vivas" hasta el debate final. Si se sigue el patrón de las últimas semanas, las negociaciones pueden prolongarse hasta el mismo pleno, que comenzará a las 15 horas y donde se votarán las últimas enmiendas que pueden entrar en el texto en el Congreso.

Desde las filas socialistas apuntan a que "hay tiempo" material para que se pueda alcanzar algún acuerdo más, aunque aseguran que están "cómodos" con el texto que aprobó la Comisión y que tiene modificaciones respecto al inicial que registró el PSOE, en solitario, el pasado 13 de noviembre antes de la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.

Por la vía de urgencia

Esta iniciativa, que ha sido tramitada por la vía de urgencia, recibió la semana pasada algunas modificaciones "técnicas" pactadas entre PSOE, Sumar, ERC, Bildu, PNV, Junts per Catalunya y Podemos que, como explicó el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes e impulsor de la norma, Félix Bolaños, supone mantener el terrorismo como un delito exceptuado de la aplicación de la ley amnistía siempre que suponga una violación grave de derechos humanos.

Además, pactaron que tras la entrada en vigor de la ley la amnistía se aplicará por "el órgano judicial que esté conociendo" y "acordará el inmediato alzamiento de cualesquiera medidas cautelares de naturaleza personal o real que hubieran sido adoptadas".

Más allá del impacto jurídico, que traerá la amnistía a los implicados en el desafío soberanista catalán, esta ley ha marcado el debate político de tal manera que, hasta el principal partido de la oposición, el Partido Popular, ha convocado varias protestas en las calles y su presidente, Alberto Núñez Feijóo, defenderá también este martes la posición contraria a esta ley.

Por su parte, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, no estuvo presente en el primer examen de la ley -la toma en consideración- pero sí participó en la votación de rechazo a las enmiendas a la totalidad de PP y Vox porque los populares impulsaron una votación presencial, en una sesión celebrada en el Senado por obras en la Cámara Baja y en la que se había habilitado el voto telemático.

La votación será presencial y estreno de un formato nuevo

Ahora, nuevamente, el Partido Popular ha demandado la votación de la ley de manera presencial en el Hemiciclo del Congreso para retratar el apoyo, especialmente de las filas socialistas, de la ley de amnistía y el jefe del Ejecutivo acudirá para votar.

De hecho, este lunes las casi 40 enmiendas a la ley de amnistía que se debatirán y votarán este martes en el Congreso estrenan el nuevo sistema de votación táctil que se ha instalado en los escaños de los diputados y que ha sido revisado varias veces en los últimos días para evitar fallos informáticos.

Hasta ahora, los diputados tenían botones físicos para votar en sus escaños, un pulsador verde para el sí, uno rojo para el no, y uno amarillo para abstenerse. Desde este martes, los botones se verán en el monitor de cada diputado y serán táctiles. Si el parlamentario se equivoca, será a cuenta de su mayor o menor destreza.

Después de la aprobación en el Congreso, la ley iniciará su trámite en el Senado. Allí, el Grupo Parlamentario Popular hará valer su mayoría absoluta y, en lugar de tramitarla por la vía de urgencia, como en el Cámara Baja, ralentizará al máximo el trámite, no más de los dos meses que fija el reglamento.

Si el texto sufre alguna variación deberá volver al Congreso para su aprobación final, previsiblemente con el mismo apoyo con el que se apruebe mañana. Después quedará su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y su entrada en vigor ese mismo día, según reza el propio texto de la ley.

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