ANIVERSARIO DE LA CARTA MAGNA EN UN MOMENTO POLÍTICO CLAVE
La Constitución cumple 38 años sin acuerdo político suficiente para su reforma
Prácticamente, todos los partidos coinciden en la necesidad de la reforma de la Constitución en aspectos como el modelo territorial o la sucesión de la corona, sin embargo, no existe voluntad política suficiente para llegar a un acuerdo en el que se obtengan las mayorías necesarias para su modificación.
Gobierno, diputados, senadores y altas instituciones del Estado celebran en el Congreso el 38 aniversario de la Constitución Española con la ausencia del líder de Podemos, Pablo Iglesias, de IU,Alberto Garzón, y de todos los partidos nacionalistas como ERC, PDECAt, PNV o EH-Bildu.
Tampoco asisten a la recepción en Madrid la mayoría de los presidentes autonómicos. De momento, sólo han confirmado su asistencia cinco de ellos y ninguno de ellos es de signo nacionalista. Acudirán a la cita del Congreso la madrileña Cristina Cifuentes, el gallego Alberto Núñez Feijóo, el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y el asturiano Javier Fernández, responsable además de la gestora del PSOE tras la salida de Pedro Sánchez.
El acto en el Congreso la presidenta de la Cámara baja, Ana Pastor, recibe en su despacho al presidente del Senado, Pío García-Escudero. Desde allí ambos se dirigen a la entrada del Palacio para saludar a los invitados, entre ellos, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Tras el saludo de Rajoy a los presidentes del Congreso y del Senado, van al Salón de Pasos Perdidos junto al resto de las autoridades del Estado y parlamentarias.
En esta estancia, las más solemne de la Cámara después del hemiciclo, Ana Pastor pronunciará un discurso para conmemorar el aniversario de la Constitución y ofrecerá una recepción a todos los invitados. Pese a las ausencias, en los tradicionales corrillos de esa recepción se hablará de la reforma de la Constitución, que esta vez sí, parece más cerca que nunca.
Con matices a uno y otro lado de la bancada, prácticamente toda la clase política coincide en que ya toca su reforma en asuntos que llevan tiempo sobre la mesa: la sucesión de la Corona, la consolidación de derechos y el modelo territorial.
No obstante, el PP y el Gobierno de Mariano Rajoy apelan a la prudencia para que la futura reforma mejore el texto actual y no abra debates que luego no se sepa bien cómo cerrar. El PP quiere contar con Ciudadanos y también con el PSOE para abordar esa puesta al día de la Carta Magna.
Los socialistas ya han emplazado al Gobierno a abordar de manera inmediata esa reforma y, para ello, pedirá próximamente la creación de una subcomisión parlamentaria para iniciar ese proceso de reforma.
El modelo del PSOE gira en torno a la Declaración de Granada que consensuaron todos los socialistas en 2013 y que aboga por un proyecto federal del Estado que se sometería a votación de los españoles. Mucho más ambiciosa es la reforma que demanda Podemos y su socios de IU, que apuestan por un proceso constituyente que remueva los cimientos del Estado comenzando por la Monarquía.