Informe de la UCO
Las contraprestaciones de la trama Koldo a Ábalos: un verano en un chalet y el pago del alquiler del piso de su novia
La trama Koldo habría dejado al ahora exminsitro Ábalos un chalet en la Línea para su disfrute y pagado el alquiler del un piso en el centro de Madrid para su novia durante dos años y medio. Así se desprende del informe de la UCO.
El entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, se beneficiaba de contraprestaciones de la trama Koldo. Así lo revela el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil al que ha tenido acceso laSexta. La UCO ha detectado "evidencias" de que un supuesto "testaferro" que actuó en nombre del empresario Víctor de Aldama pagó 82.298 euros por el alquiler de un piso en pleno de centro de Madrid en el que vivía la pareja del exministro de Transportes, José Luis Ábalos.
Ábalos habría mantenido una relación con J.R.G. entre los años 2018 y 2022. Durante ese tiempo, la mujer trabajó para Ineco, una empresa dependiente del Ministerio de Transportes, y cuando su contrato expiró pasó a trabajar en Tragsatec, dependente de la SEPI. En ese tiempo, la pareja de Ábalos vivía en ese ático de un rascacielos de la madrileña Plaza de España cuya mensualidad era de 2.700 euros.
"La observación de la información aportada por la inmobiliaria evidencia que el pago del alquiler del inmueble en el que residía J.R.G., vinculada de manera muy personal a Ábalos, era responsabilidad de Aldama, ya un año antes de las adjudicaciones públicas que dieron origen a la investigación. Este se valió de las personas y sociedades bajo su control, en este caso de su presunto testaferro", señala el informe.
Según los cálculos de la Guardia Civil sobre los datos facilitados por la inmobiliaria, el alquiler del piso costó durante todo el período del arrendamiento un total de 88.101 euros, de los que 82.298 euros se cubrieron con pagos del citado testaferro.
Además, la UCO indica que Ábalos podría haber disfrutado del chalet 'La Alcaidesa', en La Línea de la Concepción, y que lo llegó a poner el alquiler obteniendo así "rendimientos económicos". El inmueble era propiedad de Víctor de Aldama, que lo compró por 526.000 euros a través de varias sociedades interpuestas que controlaba su socio Claudio Rivas.