Ante un tribunal de Londres
Corinna acusa a al rey emérito de querer destruir su reputación con amenazas y acoso al sentirse "humillado" tras romper su relación "romántica"
laSexta ha tenido acceso a la demanda de Corinna contra Juan Carlos I en la que explica detalladamente el acoso que presuntamente habría sufrido la empresaria por parte del emérito.
- También indica los presuntos motivos del rey para tal actitud: enojo y humillación por no querer cella continuar con la relación.
Corinna Larsen asegura que el rey Juan Carlos I, sus sirvientes o sus agentes vienen acosándola de manera "consistente" desde el 2012 hasta el día de hoy. Así lo recoge la demanda de la empresaria contra el rey emérito a la que laSexta ha tenido acceso.
En concreto, la denuncia describe cómo Juan Carlos I habría amenazado e intimidado tanto a Corinna como a sus hijos con diferentes comportamientos que quedan descritos en el texto. Por ejemplo: "Se propuso influir en sus exmaridos, su hija, su hijo y muchos de sus amigos alegando que la demandante (Corinna Larsen) le había robado y no era de fiar".
A esto se añade, tal cual recoge la denuncia, que el rey habría hecho "declaraciones difamatorias" a muchos de sus clientes y socios comerciales, insistiendo en que "no era de fiar y era desleal". Y estas difamaciones, dice el texto, se "suministraron" también a los medios para que se creyera que ella había robado dinero, había abierto cuentas falsas o que había intentando chantajear a la Familia Real.
Además de las supuestas amenazas y difamaciones, Corinna denuncia que estuvo bajo vigilancia en Londres y otros lugares, que el rey invadió su propiedad en Shropshire, que interceptó ilegalmente sus cuentas móviles.
"Ansiedad, angustia y preocupación por su integridad física": el resultado del acoso
En su escrito, la demandante asegura que el rey era consciente de que su conducta equivalía a "acoso" y que era perjudicial para la salud de ella, pues sabía que le generaría "alarma, angustia y ansiedad". "Ha socavado su bienestar. Su estilo de vida se ha visto drásticamente afectado. Ha sufrido gran angustia, ansiedad, sueño, privaciones y preocupación por su propia seguridad física y la de sus hijos", señala la denuncia presentada ante un tribunal londinense.
Estas serían algunas de las consecuencias que Larsen denuncia sufrir tras el presunto acoso del rey, pero no las únicas. La demanda también recoge que la empresaria y examiga del emérito habría sido objeto de "continuas amenazas, de daño físico, intrusión y vigilancia" que han terminado haciendo mella en sus amistades y relaciones profesionales al intentar con ellas "destruir su reputación y sustento".
Los motivos del Juan Carlos I, según Corinna
El extenso texto de la denuncia no repara a la hora de exponer cuáles cree la demandante que habrían sido los motivos del rey para desarrollar tal conducta. La empresaria habla del "enojo, rechazo y humillación" que podría haber sentido el emérito cuando ella le comunicó que no volvería a mantener una relación íntima y romántica, después de una infidelidad. "Quería castigarla por negarse a someterse a su voluntad", sentencia la demanda.
En este contexto, y siempre según la denuncia, Juan Carlos I le habría obligado a devolverle algunos de los regalos que le había hecho durante su relación, "incluyendo un importante obsequio económico que le había hecho libre e irrevocablemente".
Pero además del supuesto despecho amoroso que sentía el rey, Corinna también señala que estaba preocupado por si ella revelaba información sobre sus negocios en los medios de comunicación. "Deseaba presionarla para que cumpliera con sus deseos o para que comprendiera que se enfrentaría consecuencias dañinas u hostiles si no lo hacía", recalca la denuncia.
¿Qué pide Corinna?
Por todo lo expuesto anteriormente, que forma parte del relato de Corinna en su demanda, la empresaria pide una indemnización por los daños causados, aunque la denuncia no especifica la cantidad.
Además, solicita una orden que prohíba a Juan Carlos I y a sus agentes comunicarse con ella, seguirla, hacer declaraciones difamatorias sobre ella, acosarla o acercarse a menos de 150 metros de sus residencias.
El tribunal británico tendrá 18 meses para decidir sobre la denuncia.