TRAS LOS AUDIOS DEL EXCOMISARIO VILLAREJO
Cospedal deja su escaño en el Congreso para "liberar al PP de cualquier ataque"
Dolores de Cospedal deja su escaño en el Congreso. Lo hace días después de dejar el Comité Ejecutivo del PP y tras publicarse las grabaciones con Villarejo. En un comunicado afirma que nunca encargó espiar a nadie y que se equivocó al pedirle a su marido que ayudara al partido. Habla de ensañamiento al tratar asuntos relacionados con el PP y dice que ya tenía previsto abandonar la política.
La exsecretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, deja su escaño en el Congreso para "liberar al PP de cualquier ataque, por injustificado que sea", y ha subrayado que no ha hecho nada de lo que se sienta avergonzada.
Cospedal ha hecho este anuncio en un comunicado que ha difundido a través de Twitter en el que pide a sus compañeros del PP que "cierren filas ante las injusticias" y en el que asegura que se equivocó al pedir a su esposo, Ignacio López del Hierro, que ayudara en una interlocución que "no era fácil" con el excomisario Villarejo.
Argumenta que deja su escaño para "liberar al PP de cualquier ataque, por injustificado que sea", sobre todo ante la inminencia de las elecciones andaluzas, y para que su partido se sienta "libre" de "denunciar" la situación que vive el país, con un presidente del Gobierno que lo es "gracias a los enemigos de España".
Según dice, desde el último Congreso Nacional del PP, en el que fue elegido Pablo Casado presidente del partido, tenía decidido abandonar la política, lo que hubiera hecho "dentro de unos días" al término "de una transición ordenada de sus responsabilidades".
"Nunca pensé que lo fuera a hacer en un ambiente así (...) No he hecho nada de lo que me sienta avergonzada, pero después de reflexionarlo más he querido adelantar mi decisión unas fechas", ha añadido, después de admitir que, aunque ha cometido "muchos errores" en su vida, su interlocución con Villarejo hace nueve años "no es uno de ellos".
En la carta, en la que pide perdón a sus compañeros del PP de Castilla-La Mancha, sobre todo a los de Toledo, provincia por la que era diputada, Cospedal reitera su "absoluta tranquilidad de conciencia" ante lo que hizo, que fue, según ella, "escuchar y pedir aclaraciones" en su papel de secretaria general.
Insiste a este respecto en que su "obligación" era saber lo que estaba ocurriendo y procuró por todos los medios a su alcance, "dentro de los límites de la ley", conocer la problemática que vivía su partido, especialmente cuando empezaron a conocerse casos de corrupción vinculados a personas del PP.
"Si es un pecado mortal haber hablado con un comisario de policía que por aquel entonces -no lo olvidemos- acaba de ser condecorado por el entonces ministro del Interior del PSOE, entonces me equivoqué", admite.
También asegura que siempre ha defendido el honor del PP y de toda su militancia y dice que lo volvería a hacer "de la misma manera". "Nunca he tenido que mentir, nunca lo he hecho. Siempre he dicho la verdad. Y la verdad es que nunca ordené ni encargué espiar a nadie", explica.