Una historia bien distinta
Cuando Ayuso defendía que a la política "se viene llorado de casa" ante las polémicas de sus rivales
La presidenta de la Comunidad de Madrid no ha dudado en atacar sin ambages a sus adversarios, como fue el caso de Mónica García o Juan Lobato. Ahora, cuando ella es cuestionada por la denuncia contra su pareja, afirma ser una víctima del caso.
Isabel Díaz Ayuso ha pasado de atacar sin descanso a sus rivales políticos a presentarse como una víctima en el caso que apunta a su pareja, asegurando que si es "culpable de algo" es de tener "una relación con un ciudadano anónimo", un cambio llamativo de quien decía que a la política "se viene llorado de casa".
Son las palabras que dedicó a Mónica García durante una sesión en la Asamblea de Madrid, una frase que volvió a repetir, añadiendo: "Si no puede soportar la presión, sea sustituida por otro compañero que pueda estar a la altura".
Ayuso cargó contra la entonces líder de Más Madrid al conocerse que su marido había tenido acceso al bono social térmico, preguntando a García por qué seguía utilizando la sanidad pública.
Ahora, dice ser víctima de un señalamiento contra su familia desde hace cinco años. Cabe recordar que ella también ha sido muy dura al referirse a familiares de políticos como Juan Lobato, cuando le criticó que su padre apareciese en los medios de comunicación "como el abogado que avala mascarillas".
Aquello se trató de una acusación falsa, ya que Ayuso dijo que el padre de Lobato había avalado los negocios de Medina y Luceño, algo que el progenitor desmintió ese mismo día.
Por último, cuando el consorte de la exdirectora general de la Guardia Civil María Gámez fue imputado en un caso de corrupción y ella dimitía para "proteger" a su familia, Ayuso no dudó en meter a ambos en el mismo saco al dedicarles un mensaje en su cuenta de X (Twitter): "Lo siguiente es otorgar la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica a Puigdemont".