EN SUS 30 AÑOS DE HISTORIA
De llevar falda, tacones y bolso para el arma, a luchar por la igualdad: así ha cambiado la figura de la mujer dentro del cuerpo de la Guardia Civil
No hay mujeres buzos, ni agentes especiales de intervención, ni tampoco en la Unidad de Acción Rápida en la Guardia Civil. Aunque son conscientes de que efectivamente les queda mucho camino por conquistar, por andar, admiten que en estos 30 años en el cuerpo han logrado cambiar la imagen de la mujer.
Es el último izado de bandera de Silvia antes de abandonar la academia. Su promoción es la más reciente: 35 mujeres frente a 107 hombres, apenas el 25%. Una cifra baja pero que no les intimida.
"Que el hecho de que un día te toque de patrulla con una mujer no signifique que te sientas más inseguro", comenta Raquel Velasco, guardia civil de la última promoción.
Sólo hay un 7% de mujeres en la Guardia Civil, un porcentaje que desciende hasta el 3% cuando hablamos de las mujeres que mandan.
"A medida que avanzamos en la pirámide, cada vez hacia arriba hay menos mujeres, habrá que poner las medidas necesarias para que esa disfunción deje de existir", asevera Silvia Gil, comandante del cuerpo.
Beatriz mira con incredulidad su primer uniforme: falda, tacones y hasta un bolso en el que aprovechaban para guardar el arma. Ella fue la primera en ponerse un tricornio en una institución centenaria a la que nunca había accedido una mujer.
"Los baños no estaban acondicionados para mujeres. Nos tuvieron que hacer baños individuales para cuando nos venía el período", explica Beatriz Hernán Gómez, guardia civil de la primera promoción.
Las cosas han cambiado y mucho en los últimos 30 años, pero son conscientes de que todavía les queda camino por recorrer. Especialidades como la unidad subacuática o la dedicada al terrorismo no hay representación femenina.
Acompañadas por la reina, celebraban 30 años de su incorporación. Ahora ya son más de 5.000. Mujeres que han roto barreras, dispuestas a conquistar la igualdad día a día.