Según Amnistía Internacional
Los Derechos Humanos, en caída libre (también en España)
El último informe de Amnistía Internacional denuncia la falta de medidas en materia de vivienda, salud y crisis climática. También critica la hipocresía de Occidente a la hora de hacer frente a los conflictos internacionales.
Los derechos humanos siguen en caída libre. También en nuestro país, según último informe publicado por Amnistía Internacional. España está faltando a 'La Declaración Universal de Derechos Humanos'. Especialmente a su artículo 25. Ese que recoge el derecho de toda persona a "un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios".
El documento critica a las autoridades por no proteger "adecuadamente los derechos a la salud y a la vivienda". El primero de ellos por no contar con un presupuesto para la atención primaria acorde con el indicado por la OMS. "Representaba el 14% del presupuesto total dedicado a sanidad pública, lejos del nivel de al menos el 25% recomendado por la OMS", cifra.
Del mismo modo, a la entidad le parece insuficiente la subida del presupuesto destinado a sanidad que han hecho las comunidades autónomas: un 4,5% más que en 2021, a excepción de Aragón y Castilla-La Mancha que lo han reducido. Así, el documento señala que en España se sigue sin proporcionar una vivienda digna a miles de familias. Prueba de ello son los29.285 desahuciosque han tenido lugar entre enero y septiembre. También señala el hecho de que el 14,3% de la población no haya podido permitirse poner su casa a una temperatura adecuada por el aumento del precio de la energía. Este problema lo tuvo el 10,9% de la población en 2020.
Así, denuncia la situación del barrio de la Cañada Real, en Madrid. "4.500 personas, entre las que había 1.800 menores de edad, seguían viviendo sin acceso a electricidad tras ser desconectadas de la red en 2020 a pesar de la recomendación del defensor del Pueblo de que se restableciera la conexión".
Contra la ley mordaza
También critica los "abusos que ampara" la conocida comoley mordaza, sobre seguridad ciudadana y que fue aprobada por el anterior Gobierno conservador, "que han dejado a la ciudadanía desprotegida frente al uso excesivo de la fuerza por parte de los miembros de las fuerzas de seguridad".
Para esta organización, el hecho de que con el actual Gobierno de izquierda no se haya reformado aún supone una oportunidad perdida "en materia de libertad de expresión, reunión y manifestación". También en inmigración, ya que la ley sigue avalando las devoluciones ilegales en frontera". Además, se han utilizado programas de espionaje "que han violado el derecho a la privacidad de periodistas, autoridades y sociedad civil".
5.829 muertes por altas temperaturas
También califica de "inadecuadas" las medidas para abordar la crisis climática por las cifras que se han dibujado este año: 5.829 muertes atribuibles a las altas
temperaturas entre enero y octubre, 259.491,42 hectáreas destrozadas por los incendios (tres veces más que en el mismo periodo de 2021) y unas emisiones
brutas de 288,6 millones de toneladas de dióxido de carbono en 2021 (un incremento del 5,1% respecto al año anterior).
Pero esta mala gestión también la critica a nivel mundial, donde critica que la falta de compromisos de la 27 Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP27), a pesar de las inundaciones, sequías, olas de calor e incendios. "Los Estados se negaron a atajar el impulsor principal del calentamiento global: la producción y el uso de combustibles fósiles", señala.
Carga contra el silencio de Occidente en las violaciones de DDHH
A nivel internacional, el documento también ha cargado contra la "hipocresía" y el "doble rasero" de Occidente. "Las puertas de la UE, abiertas a las personas refugiadas ucranianas que huían de la agresión rusa, permanecieron cerradas para quienes escapaban de la guerra y la represión en Afganistán y Siria".
Es más, la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, señala en su conclusión que Occidente ha quedado en "evidencia ante el clamoroso silencio que acompañó a las violaciones de Derechos Humanos cometidas en Arabia Saudí y Egipto, así como en sus respuestas incoherentes al grave impacto que sobre los Derechos Humanos tienen otros conflictos, algunos de los cuales constituyen crímenes contra la humanidad, y a la protección de las personas refugiadas que huyen de ellos".
Así, cree que si el mundo occidental quiere ganar esta guerra, "no puede consentir en la práctica una agresión similar en otros países solamente porque sus intereses estén en juego".