Entona el 'mea culpa'
El duro testimonio de una joven que pasó más de 70 días en la UCI por el coronavirus: "Estuve muerta, pero los médicos me reanimaron"
Vanessa tiene que volver a aprender a caminar con 29 años. Y es que el coronavirus ha sido devastador para esta joven. Su testimonio pone rostro a una enfermedad que también ataca a a los jóvenes. Ella misma entona el 'mea culpa'.
Vanessa Martínez ha pasado más de 70 días en la UCI. "Estuve media hora muerta, pero los médicos me reanimaron y desperté", cuenta la joven, que cumplirá 29 años en una cama del Hospital Gregorio Marañón de Madrid con una movilidad casi nula.
Martínez, que trabajaba en una residencia de ancianos, jamás imaginó que se contagiaría de coronavirus: "No era cuidadosa y salía a la calle sin mascarilla; era incrédula porque me preguntaba que quién me iba a pegar a mí esto". Para moverse por el hospital, un celador la tiene que trasladar en silla de ruedas.
Se trata de una de las estancias más largas y graves registrada en el Hospital Gregorio Marañón. Leire Pérez, del servicio de Enfermedades Infecciosas del Gregorio Marañón, cuenta que "es una mujer sana y joven que no podía ni mantener la cabeza erguida".
Tiene que aprender a caminar de nuevo
Ahora, la joven se aferra a las manos de su fisioterapeuta porque tiene que aprender a caminar de nuevo. Cada paso para ella es un logro: "¡He caminado 11 pasos yo sola!", expresa Vanessa Martínez es consciente de que tiene que esperar varios meses para dejar estas cuatro paredes.
Estuvo a punto de morir en múltiples ocasiones"
"Su vida entera cambia, no solamente porque estuvo a punto de morir en múltiples ocasiones, sino que además su vida ahora depende totalmente de los demás", indica Leire Pérez. En el hospital, los médicos la controlan diariamente para evitar secuelas y que pueda recuperar la movilidad, volver a peinarse o ducharse sola.
El COVID-19, un virus que no mira la edad
"Lo peor es que me pongan pañales", reconoce la joven que, con su testimonio demuestra que hay imprudencias que pasan factura. "Vanessa es solamente un ejemplo, pero tenemos más casos de personas con 20, 30 o 40 años", afirma la sanitaria miembro del servicio de Enfermedades Infecciosas del Gregorio Marañón. Y es que este virus no mira la edad, y ataca a quienes actúan con irresponsabilidad. Por eso, Vanessa hoy se arrepiente de no haber sido responsable y tiene la esperanza de que todo va a salir bien.