Homenaje de estado a las víctimas del coronavirus
El emotivo discurso de Aroa López, enfermera del Vall d'Hebron: "Hemos sido mensajeros del último adiós"
Aroa López es la jefa de enfermaría del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona y ha pronunciado un reivindicativo discurso en el homenaje de estado a las víctimas del coronavirus. "Nos hemos tenido que tragar lágrimas cuando nos decían 'no me dejes morir solo", ha recordado.
La jefa de enfermería del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, Aroa López, ha pronunciado un emotivo y reivindicativo discurso en el homenaje de estado a los fallecidos por la Covid-19 celebrado el el Palacio Real de Madrid.
En esas palabras ha querido recordar a todos los españoles "los meses de lucha incansable compartiendo el dolor de familiares y de los seres queridos" de los fallecidos por el coronavirus. "Ojalá nada de esto hubiera ocurrido, ojalá yo no estuviera aquí pronunciando estas palabras, pero es un inmenso honor poder hablar en nombre de mis compañeros y compañeras", arrancaba la sanitaria, que ha pronunciado algunas de las profesiones que han estado en "primera línea".
"Los profesionales sanitarios, enfermeras, médicos, auxiliares y fisioterapeutas, personal administrativo, de limpieza, de cocina, de radiodiagnóstico, de mantenimiento, de laboratorio y microbiología, de psicología y del resto de areas que dieron apoyo a los asistenciales.Y no solo ellos, comparezco también en representacion de lo que se llamó entonces la primera línea. Transportistas, reponedores, cajeras y tenderos, trabajadores de la energía y de las comunicaciones, farmacéuticos, personal de saneamiento, fuerzas y cuerpos de la seguridad del Estado. Es imposible citarlos a todos porque fueron miles de hombres y mujeres los que cuidaban con su trabajo a los millones de españoles confinados", ha enumerado.
Nos hemos sentido impotentes"
López ha explicado que en su profesión ha vivido muchas situaciones difíciles, pero ninguna la "marcará para siempre" como esta pandemia. "Nos hemos sentido impotentes, con una sensación brutal de incertidumbre y la presión de tener que aprender y decidir sobre la marcha. Hemos dado todo lo que teníamos, hemos trabajado al límite de nuestras fuerzas y hemos vuelto a entender, quizá mejor que nunca, por qué elegimos esta profesión. Cuidar y salvar vidas, aunque muchos compañeros tuvieron que dar su propia vida para ello", ha explicado.
Hemos tenido que tragar lágrimas cuando nos decían 'no me dejes morir solo'"
Aroa López ha apuntado que ella y el resto de profesionales han "cubierto las necesidades básicas y emocioneles" de miles de pacientes: "Hemos sido mensajeros del último adiós para personas mayores que morían escuchando la voz de sus hijos a través del teléfono. Hemos hecho videollamadas, hemos dado la mano, y nos hemos tenido que tragar las lágrimas cuando alguien nos decía 'no me dejes morir solo'".
Los que había detrás de los EPI no eran héroes, éramos personas"
"Hemos hecho videollamadas, hemos dado la mano, y nos hemos tenido que tragar las lágrimas cuando alguien nos decía 'no me dejes morir solo'. Hemos vivido situaciones que te dañan el alma porque quienes había detrás de los EPI no eran héroes, éramos personas que se alejaban de sus familias para protegerlas de un posible contagio, personas que salíamos del hospital cargadas con todas esas emociones y que regresabamos a nuestro trabajo desde la soledad y el agotamiento un día más, dispuestas a transmitir fuerzas y ánimos a los enfermos más allá de nuestros propios miedos", ha narrado la enfermera.
López ha explicado que esas fuerzas eran "transmitidas a través de los ojos" porque "era la única parte de los cuerpos que les quedaba visible": "Entre nosotros hemos aprendido a comunicarnos a través de ellas, miradas que algunos llevamos tatuadas en la piel, miradas que han significado tanto".
Además, ha querido parafrasear al grupo Vetusta Morla en su canción 'Abrazos prohibidos', un homenaje a los sanitarios que luchan contra el coronavirus: "Por los que hacen del verbo cuidar su bandera y tu casa y luchan porque nadie muera en soledad. Sin temerle a su miedo y usando su piel como escudo, por los que hacen del trabajo sucio la labor más hermosa del mundo y pintan de azul la oscuridad".
¿Quién cuidará de nosotros si la persona que nos cuida no puede hacerlo?"
"Quiero agradecer de corazón aquellos aplausos que nos dedicaba la ciudadanía y quiero pedir de corazón que no se olviden de aquello respetando ahora las recomendaciones sanitarias. Quiero que piensen en los que fallecieron y también en los profesionales sanitarios que dejaron sus vidas en la lucha. por favor, que su esfuerzo nunca sea en vano", ha pedido.
Antes de finalizar su discurso también ha pedido a "los poderes públicos" que "defiendan la sanidad" y que recuerden que "no hay mejor homenaje para los que nos dejaron que velar por la salud y garantizar la dignidad" de sus profesiones. "¿Quién cuidará de nosotros si la persona que nos cuida no puede hacerlo? No olvidemos nunca la lección aprendida", ha zanjado.