SE DISCULPARON CON LAS VÍCTIMAS

El Gobierno acerca al País Vasco a los dos primeros presos de ETA que rompieron con la banda y pidieron perdón

Olga Sanz y Javier Moreno, que formaron parte del comando Bizkaia de ETA y estaban presos en el centro penitenciario de Asturias, han accedido al tercer grado penitenciario y lo cumplirán en la cárcel de Basauri. Habían sido condenados a 71 y 74 años de cárcel, respectivamente, y planificaron matar a Atutxa e Iturgaiz.

Los presos de ETA Olga Sanz Martín y Javier Moreno Ramajo han sido trasladados desde el centro penitenciario de Villabona (Asturias) al de Basauri (Bizkaia), tras haberlo solicitado a instituciones penitenciarias ambos reclusos, arrepentidos y desvinculados del colectivo de presos de la banda, EPPK, según han informado a Europa Press fuentes oficiales.

Sanz Martín y Moreno, exmiembros del 'comando Bizkaia', son pareja y se encontraban en tercer grado penitenciario, "cumpliendo todos los requisitos que establece la Ley". De hecho, llegaron a pedir perdón.Instituciones Penitenciarias ha accedido a trasladarles al centro penitenciario de Basauri, tal como han solicitado, y cumplirán en esta prisión la última parte de su condena en régimen de semilibertad, de forma que acudirán a prisión para dormir.

Estos dos presos fueron detenidos en 1998 en el barrio bilbaíno de Zorroza y condenados en el año 2002 por la Audiencia Nacional a 71 años de cárcel la mujer y a 74 años él, junto a otros 14 miembros y colaboradores del 'comando Bizkaia', el talde que había planificado el asesinato del exconsejero del Interior del Gobierno Vasco Juan María Atutxa o del entonces presidente del PP en el País Vasco Carlos Iturgaiz.

Olga Sanz escribió el pasado mes de marzo una carta muy similar a la de otros arrepentidos en la que pedía perdón por el daño que había causado, lo asumió y pidió "disculpas". "Lo lamento sinceramente", aseguró. Además, se puso a disposición de la Justicia a fin de "facilitar información para esclarecer algún delito si fuera necesario", si tuviera información, y se comprometió a hacer frente a su responsabilidad civil.

Esta carta le permitió disfrutar de permisos y, más adelante, obtuvo el tercer grado. Su pareja estaba, además, trabajando en el economato de la prisión asturiana, uno de los puestos a los que han accedido otros reclusos de ETA arrepentidos como Valentín Lasarte o Iñaki Rekarte, en la actualidad excarcelados.

laSexta/ Noticias/ España