LA CONTAMINACIÓN CAE UN 58%
El reto de la desescalada: mantener el aire tan limpio como durante el confinamiento
Durante el confinamiento obligado por el estado de alarma la contaminación en las grandes ciudades españolas ha caído de media un 58%. El reto ahora, mantener los niveles a través de una movilidad más limipia.
Las ciudades españolas respiran el aire más limpio de los últimos diez años. Es la conclusión de un estudio realizado por Ecologistas en Acción, que compara la calidad del aire durante el estado de alarma con el mismo período de la década pasada.
Miguel Ángel Ceballos, coordinador del informe destaca que la calidad del aire es un factor fundamental "para la salud pública y para la lucha contra esta pandemia".
Tras analizar 26 ciudades, las de más de 150.000 habitantes, se observa que el número de microgramos de dióxido de nitrógeno por metro cúbico de aire ha caído de media un 58%. En ciudades como Córdoba, Palma o Vigo, ha llegado a superar el 60%. Y Alicante es la urbe con el mejor resultado, el nivel de contaminación ha bajado más de un 70%.
El confinamiento ha conseguido lo que no había logrado ninguna cumbre del clima. Ciudades como Barcelona, por ejemplo, que normalmente supera el límite legal marcado por la OMS, se ha situado muy por debajo en el último mes y medio. En torno a los 16 microgramos por metro cúbico. Lo ideal,explican los expertos, sería conseguir un nivel de dióxido de nitrógeno más bajo posible, por debajo del límite legal de la OMS.
Pero la intención es que, a diferencia del confinamiento, la calidad actual del aire se prorrogue más allá del estado de alarma. Por eso desde la organización hacen un llamamiento para que mantener la distancia social no se traduzca en un uso mayor del coche.
Teletrabajo, carriles bici y más zonas verdes
Entre sus propuestas destacan la habilitación de zonas peatonales o carriles bici, fomentar el teletrabajo o el consumo de proximidad, para que salgamos menos y a lugares que estén más cerca. También la creación de zonas verdes temporales, para evitar la masificación de algunos parques. Y que el transporte público siga siendo la primera opción para las distancias más largas.
Algunas ciudades, como Valladolid, trabajan ya en un plan para limitar el acceso de vehículos al centro de la ciudad, muestra de que esta crisis puede ser una oportunidad de conseguir una movilidad mejor y más limpia.