ANTONIO BAÑOS HA NEGADO QUE VAYA A FACILITAR SU INVESTIDURA
Artur Mas pierde fuelle y deberá encomendarse a la CUP para ser reelegido presidente de la Generalitat
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha celebrado la "victoria del sí" a la independencia pero, pese a que Junts pel Síse ha impuesto con 62 escaños en las elecciones catalanas, dependerá de la CUPpara volver a ser president. Sin embargo, su líder Antonio Baños ya ha rechazado que vaya a facilitar la investidura del líder de CDC.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha celebrado la "victoria del sí" a la independencia pero, pese a que Junts pel Sí se ha impuesto con 62 escaños en las elecciones catalanas, dependerá de la CUP para volver a ser president.
Junts pel Sí obtiene 62 de los 135 diputados del Parlament, pero el resto de partidos se reparten los 73 escaños restantes, circunstancia que deja a Mas en manos de la CUP, la otra fuerza independentista que, con sus 10 diputados, tiene la llave de la mayoría absoluta.
Con la actual aritmética parlamentaria, al menos un diputado de la CUP debería de votar a favor de Mas para que sea investido con mayoría simple y en segunda vuelta, una opción de la que ha recelado a lo largo de la campaña Antonio Baños, cartel de la CUP.
En todo caso, para Junts pel Sí el candidato a la presidencia de la Generalitat sigue siendo Artur Mas, pese a que es una lista variopinta, encabezada por Raül Romeva y que cuenta con un 20% de independientes, un 50% de militantes de CDC u otros partidos vinculados y un 30% de ERC u formaciones ligadas a la de Oriol Junqueras.
En las urnas, Junts pel Sí se queda lejos de la mayoría absoluta (en 68 diputados), pues obtiene 62, uno más que la suma de los parlamentarios de CDC, ERC y CUP escogidos en 2012 (61). Si se tiene en cuenta CiU, ERC y CUP, los parlamentarios en 2012 eran 74, dos más que los resultados de hoy de la CUP y Junts pel Sí (72).
Tras fracasar la negociación por el pacto fiscal, Mas convocó elecciones a finales de 2012 con la propuesta del "derecho a decidir" por un "Estado propio" -evitando la palabra 'independiente'- y obtuvo 50 diputados de CiU, perdiendo 12 por el camino.
De los 50 representantes de la ya desaparecida federación, 13 eran de UDC, algunos del ala soberanista -que acabaron saliendo del partido- y otros fieles al líder democristiano, Josep Antoni Duran Lleida, contrario a la secesión.
Para lograr la investidura, Mas cerró un acuerdo de legislatura con los 21 diputados de ERC, con los que sumaban 71 parlamentarios en una hemiciclo en el que había tres diputados claramente independentistas, los de la CUP.