CRÓNICAS MARIANAS DE CRISTINA PARDO

IMPRESENTABLE

A Mariano Rajoy le dieron anoche un puñetazo cuando terminaba de dar un paseo por Pontevedra. Los periodistas de la caravana del PP no estábamos allí. Íbamos en el autobús directos al mitin de A Coruña. La primera noticia, casi en tiempo real, nos la proporcionó el equipo de prensa del partido que viajaba con nosotros. Nos dieron la poca información que en ese momento tenían: un chico se había acercado a Rajoy para hacerse una foto, le había dado "un tortazo" y como consecuencia de ello, al Presidente se le habían caído las gafas. Así lo contamos todos en un primer momento. Me veo obligada a explicar esto porque, minutos después de contar la noticia en un tuit, empecé a recibir una catarata de insultos -que aún a esta hora continúa- por hablar de tortazo y no de puñetazo. Consideraban que yo estaba minimizando la agresión. Se cree el ladrón que todos son de su condición. En mi vida se me ocurriría hacer una cosa así. Jamás. Me parece repugnante.

El equipo de prensa de la caravana electoral del PP junto a Mariano Rajoy | Partido Popular

'Creo que Rajoy tuvo una reacción impecable'

Creo que Rajoy tuvo una reacción impecable. Una hora después entró al mitin de A Coruña, yo creo que todavía un poco impresionado, sin gafas por primera vez y con su equipo de escoltas todavía más vigilante que de normal. También hoy en Barcelona la seguridad ha sido especialmente escrupulosa. Anoche dije en El Intermedio que es muy difícil pegarle un puñetazo a Rajoy. 

De hecho, a pesar de que a los periodistas ya nos conocen, cuando intentamos acercar el micrófono al Presidente, inmediatamente actúan para que el movimiento de nuestro brazo no sea tan brusco. Sin embargo, resulta casi imposible controlarlo todo. Miran mucho las manos de aquellos que rodean a Rajoy, intentan siempre dejar cierto espacio entre el Presidente y el remolino de gente que se le acerca y seguramente no esperaban ni por asomo algo así, después de una campaña que ha sido callejera, distinta, divertida y tranquila. 

Ojalá no vuelva a pasar nunca algo así, que tengamos que contar una agresión -UN PUÑETAZO- tan sumamente impresentable, valga la redundancia. Es mucho más fácil, y mucho mejor a la hora de informar, trabajar con un Presidente medianamente accesible.

Cristina Pardo | Madrid
| 17/12/2015