CARAVANA ELECTORAL 28A
La caravana de VOX, de cerca
Abascal inició su particular 'reconquista' en Covadonga, arropado por cientos de simpatizantes. Una vez más. Y le siguen, porque dice todo eso que ellos quieren escuchar. Básicamente es su secreto. Saben perfectamente lo que van a oír.
Lo cierto es que, en campaña, poco o nada ha cambiado Santiago Abascal el discurso de sus mítines. Una de las cosas que Abascal repite es que es fiel a sus convicciones... y así las transmite, guste o no, allí donde va.
Si arranca en Asturias, mete un ‘Asturias es España y lo demás tierra conquistada’ en su discurso. En País Vasco, recuerda las víctimas de ETA y ataca al Gobierno vasco. Lo demás, es lo mismo que hemos escuchado en su precampaña electoral. Discurso con unos ejes principales: La unidad y libertad de España, el fin del separatismo, fin de las autonomías, la unidad familiar, defensa de las fronteras y el orgullo de la historia española y la reconquista.
No esperen escuchar cómo desarrolla alguna de sus propuestas, ni económicas, como el copago sanitario que VOX quiere imponer a los inmigrantes, ni sociales… simplemente repite una y otra vez que quiere acabar con los enemigos de España, pide el voto de socialistas desencantados y de votantes de derecha defraudados y mete alguna ‘pullita’ a los medios de comunicación.
Es lo que sus 'fieles' quieren escuchar. Y llena los mítines... y el líder de VOX tiene que salir con un megáfono para dirigir unas palabras a los que se han quedado fuera del aforo. Casi a diario.
Los que consiguen entrar, escuchan la banda sonora de sus mítines compuesta por: Manolo Escobar, la canción ‘El imperio contraataca’ de los Nikis (para los más jóvenes) y ‘El novio de la muerte’, una canción interpretada en ocasiones solemnes por la Legión Española.
Cuando entra Abascal, protegido por varios guardaespaldas, es recibido con banderas en alto, rojigualdas, claro. Y la verdad, es que una euforia colectiva posee el auditorio. Como final siempre suena el himno español.
Veremos cómo avanza su campaña... y su 'subidón' anímico, porque su sensación es positiva. Y se le nota.