¿Cuáles son las medidas?
Enfrentamos las propuestas de Gobierno y PP para reducir la jornada laboral: ¿cómo afectarían a los trabajadores?
El Ministerio de Trabajo quiere que cada día trabajemos media hora menos, mientras que Feijóo plantea una semana laboral de cuatro días y jornadas de nueve horas o nueve horas y media.
En el PP lo venden como un cambio total. Feijóo ha expresado este martes que se abre a negociar la reducción de la jornada laboral que el Gobierno pretende aprobar. Pero antes, puntualiza el líder de los populares, habría que tener en cuenta varias condiciones: "Cuando hablemos de la productividad, de la rebaja de la incapacidad temporal, podremos en algunos sectores valorar si es posible que trabajando menos días a la semana tengamos la misma productividad".
¿Pero es eso abrirse? ¿Cuál es la verdadera propuesta del PP? Una muy diferente a la del Gobierno. El Ministerio de Trabajo quiere que cada día trabajemos media hora menos. Siete horas y media frente a las ocho actuales. Pero la propuesta de Feijóo es esta: semana laboral de cuatro días y jornadas de nueve horas o nueve horas y media. Aunque no sería para todos los sectores.
"¿Cómo lo podemos hacer? Verá usted. ¿Podemos trabajar nueve horas y cuatro días a la semana? ¿Podemos trabajar nueve horas y media y cuatro días a la semana? Es evidente que en este programa no y en otros sectores prodcutivos no. Pero quizás en otros sectores sí", ha propuesto Feijóo.
En el PP parece que la idea de Feijóo no está tan clara. Dicen que ya concretarán en las próximas semanas. Y el Gobierno responde: creen que estamos ante una nueva improvisación de Feijóo, al que ven completamente perdido. La ministra de trabajo, Yolanda Díaz, insiste en que su propuesta, la del Gobierno, mejoraría la productividad: "Reducir la jornada laboral mejora la productividad de las empresas, la vida de las personas trabajadoras".
Y mientras, los sindicatos siguen presionando. Hay que aprobar ya la reducción de la jornada laboral y anuncian movilizaciones para el jueves frente a la sede de los empresarios. Exigen a la CEOE que dé su brazo a torcer. Y la CEOE responde: no van a aceptar una propuesta que no les convence.