DECLARA EN LA INSTRUCCIÓN DEL 'CASO RABASA'

Enrique Ortiz justifica las presiones al Ayuntamiento de Castedo para proteger su negocio

El constructor alicantino Enrique Ortiz tenía cita con la justicia para volver a declarar por su imputación en el llamado caso Ikea. Allí ha sido recibido por funcionarios que llevaban ristras de chorizos y algún vecino le ha llegado a increpar. Ortiz ha justificado sus presiones al Ayuntamiento de Sonia Castedo para que Ikea fuese a sus terrenos porque él, argumenta, tenía que defender su negocio.

Llegaba con pocas ganas de hablar, ni siquiera ante las chocantes preguntas de quienes aprovechan la expectación mediática para  vivir su minuto de gloria. "¿Sabe usted si su señoría le va a poner el culo fino, fino?", le preguntaba un periodista.

Enrique Ortiz ha declarado hoy como imputado por el 'caso Rabasa'. Su abogado niega que haya cohecho en los regalos que Ortiz presuntamente hacía a funcionarios: "La costumbre en España es tener detalles por Navidad con personas conocidas. No es delito", afirma el letrado.

A Ortiz se le acusa de resultar, presuntamente, beneficiado por la excalcaldesa Sonia Castedo gracias al plan urbanístico que debía llevar Ikea a Alicante. Conversaciones como las que tuvo con Sonia Castedo hablando de fechas y planes urbanísticos contrastan con lo que ha declarado ante el juez. "Ha dicho cosas tan asombrosas como que él perdía dinero con el 'plan Rabasa'", cuenta el abogado de la acusación popular.

Castedo declaró sobre este asunto hace dos semanas, amparándose en que todo estaba autorizado por los técnicos. Su llegada a los juzgados también fue atípica. Hoy, además, a Ortiz le han puesto banda sonora, la de varios miembros de UGT que han aprovechado para denunciarla corrupción con una canción adaptada dedicada a mangantes y corruptos.

laSexta/ Noticias/ España