Por negocios con la petrolera PDVSA
El exembajador de España en Venezuela admite que defraudó a Hacienda y pacta para evitar entrar en prisión
Raúl Morodo, exembajador de España en Venezuela, ha llegado a un acuerdo para evitar ir a prisión a cambio de reconocer el fraude fiscal. Su hijo Alejo ha pactado una pena de dos años de cárcel.
El exembajador de España en Venezuela Raúl Morodo ha aceptado en el juicio una condena de 10 meses de prisión por un delito contra la Hacienda pública en relación con la ocultación de ganancias de casi 4,5 millones de euros que obtuvo su hijo Alejo de sus negocios con la petrolera estatal venezolana PDVSA entre 2013 y 2014.
En la vista que ha dado comienzo este lunes en la Audiencia Nacional, Alejo Morodo, hijo del exembajador, ha aceptado una pena de dos años de cárcel por dos delitos fiscales, al igual que su padre en virtud de un acuerdo de conformidad con la Fiscalía Anticorrupción, la Abogacía del Estado y la acusación ejercida por el colectivo Manos Limpias.
La Fiscalía pedía tres años y medio de cárcel para Raúl Morodo y ocho años y medio para su hijo pero finalmente ha rebajado su solicitud en aplicación de dicho pacto al aplicarles las circunstancias atenuantes de confesión de los hechos y de reparación del daño al haber ingresado ambos un total de 1.410.000 euros de la deuda contraída con Hacienda.
El juicio continuará respecto a la esposa de Alejo Morodo, Ana Catarina Varandas, para quien la Abogacía del Estado ha retirado la acusación pero que se enfrenta a una petición de ocho años y medio de cárcel por parte de la Fiscalía y sigue también acusada por Manos Limpias.
La relación de Morodo con PDVSA
En su escrito de acusación, la Fiscalía Anticorrupción señala que Alejo Morodo, hijo del exembajador, habría centrado su "actividad profesional en la supuesta prestación de servicios de asesoramiento legal y consultoría internacional" entre 2007 y 2015, habiéndole generado "cuantiosas rentas".
"Con el fin de defraudar a la Hacienda Pública española, consciente de que la debida tributación de esas rentas por el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) le supondría un considerable desembolso económico, decidió interponer tres sociedades instrumentales para que facturaran formalmente esos supuestos servicios, eludiendo así tributar sus rentas por el IRPF para hacerlo con el menor tipo impositivo que le ofrecía el Impuesto de Sociedades", sostiene el Ministerio Público.
Anticorrupción también indica que el exembajador y su nuera, Ana Varandas, participaron en la "ejecución de esta ilícita actuación". Además, en el caso de Raúl Morodo, "también ocultó a la Hacienda Pública las ganancias que percibió con cargo al patrimonio de dos de aquellas sociedades".
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