TENÍA UN MES DE PLAZO
Federico Trillo solicita de forma oficial su reingreso al Consejo de Estado tras su renuncia como embajador
Quien fuera ministro de Defensa cuando ocurrió el accidente del Yak-42. ha pedido su reingreso como letrado al Consejo de Estado, ya de manera oficial. Federico Trillo tenía un mes para hacer esta petición desde que anunció su cese a petición propia como embajador de España en Londres.
Trillo podrá volver a su plaza cuando se complete el procedimiento habitual, pero las fuentes consultadas no han podido estimar un plazo. Una vez que presente la documentación necesaria, la Comisión Permanente del Consejo la analizará y adoptará la resolución para el reingreso, que será firmado por el presidente de la institución, José Manuel Romay Beccaría.
El exministro se encontraba en situación de servicios especiales, de manera que disponía de un plazo de 30 días desde su cese -el 14 de enero- para pedir su incorporación, pero apenas ha dejado pasar 10.
Aunque puede volver a su plaza en cualquier momento, pasados esos 30 días dejaría de estar en "servicios especiales", una situación que computa a efectos de ascensos, trienios, promoción interna y derechos en el régimen de la Seguridad Social, y pasaría a estar en excedencia voluntaria.
Trillo fue cesado por el Consejo de Ministros del pasado 13 de enero, a petición propia, poco después de que se conociera un informe del Consejo de Estado, la misma institución a la que ahora se reincorpora, que reconoce responsabilidad patrimonial del Estado en la tragedia del Yak 42. El Gobierno pensaba inicialmente cesarlo junto con otros embajadores que veían cumplido su mandato, pero él pidió acelerar la decisión.
En ese accidente, ocurrido el 26 de mayo de 2003, cuando Trillo era ministro de Defensa en el Gobierno de José María Aznar, murieron 62 militares españoles que regresaban de su misión en Afganistán. Más de trece años después, el Consejo de Estado ha establecido que hubo relación entre la tragedia y el funcionamiento de la Administración.
Las familias de las víctimas le reprochan no haber pedido perdón por la tragedia, no sólo por la contratación del avión sino por la identificación incorrecta y apresurada de los cuerpos de los fallecidos en el accidente. Los militares condenados por esto fueron indultados por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2012.