Lucha contra el COVID-19
Francia, Alemania y Reino Unido frenan los viajes al extranjero para evitar el turismo a Madrid y Baleares en Semana Santa
La movilidad en el periodo festivo, con los extranjeros pudiendo venir a España pero con los españoles sin poder viajar por el país, reabren el debate sobre las restricciones y los cierres perimetrales.
Que los extranjeros puedan volar a España a hacer turismo cuando los españoles no pueden moverse por el territorio nacional debido a los cierres perimetrales esla última polémica al respecto de las restricciones por la pandemia. La medida, que varios líderes políticos han tachado de "incoherente", se ha puesto en el centro del debate con la cercanía de la Semana Santa y con el estancamiento en la mejora de los datos de contagios.
Lo cierto es que, mientras despunta una tercera ola en Europa y en España pende la amenaza de la cuarta, que los extranjeros lleguen a los destinos vacacionales -en el caso de Baleares- o a los festivos -como Madrid, con sus restricciones más laxas- ya ha hecho actuar a algunos países europeos.
Francia valora restringir los viajes al extranjero, incluido Madrid
Por ejemplo, Francia va a valorar restringir aún más los viajes internacionales. Esta cuestión es relevante, sobre todo por las oleadas de turistas franceses que han llegado en las últimas semanas a la capital, huyendo de las duras restricciones en tierras galas y atraídos por las medidas más suaves que se aplican en Madrid.
El ministro de Interior francés, Gérald Darmanin, ha asegurado que se van a revisar las causas que permiten los desplazamientos internacionales y que el debate se va a producir hoy mismo.
"Hay que poder reglamentar las cosas para evitar esos desplazamientos", ha dicho Darmanin en una entrevista televisiva recogida por EFE. En Francia, como en España, están prohibidos los desplazamientos entre regiones en 16 departamentos, incluyendo París, pero sus ciudadanos sí pueden viajar a nuestro país. Es decir, sufren la misma contradicción.
Según ha indicado el ministro, serán los viajes "profesionales, los de estudiante o los imperiosos familiares" los únicos permitidos. Ahora mismo, los desplazamientos a otros países solo están "estrictamente desaconsejados".
Alemania no quiere que sus ciudadanos viajen a Baleares
En Alemania, un país de gran importancia por el turismo balear, las autoridades han excluido a seis regiones españolas (Baleares, Valencia, Castilla-La Mancha, Extremadura, La Rioja y Murcia) de sus zonas marcadas de riesgo. Esto ha dado pie a un aumento de las reservas turísticas en estas regiones, sobre todo las costeras, y a la llegada de los primeros turistas a Mallorca.
Pero la alta incidencia del virus en el país ha empujado a la canciller, Angela Merkel, a frenar la desescalada en el país y a imponer nuevas restricciones: entre ellas, que los ciudadanos que vuelven al país de zonas no clasificadas de riesgo también tendrán que presentar una PCR negativa.
"Siempre hemos reiterado muy claramente que los viajes al extranjero por razones turísticas son, en estos momentos, realmente un problema", aseguró ayer el ministro de la Cancillería alemana, Helge Braun. ¿La razón? La posible entrada de nuevas variantes y la relación con otros turistas extranjeros en los destinos turísticos.
"Posiblemente en destinos turísticos se junten personas con las más diversas mutaciones del virus", advirtió Braun, señalando que el peligro no está ahora en las variantes más contagiosas del virus ya conocidas, sino en aquellas de las que aún no sabemos nada: "Y el virus se propaga cuando viajamos".
6.000 euros de multa en Reino Unido
En Reino Unido van a optar por multar a los ciudadanos que pretendan viajar en las vacaciones de Pascua. Casi 6.000 euros (5.000 libras) para quien quiera salir del país, según un proyecto legislativo del Gobierno de Boris Johnson y que será votada mañana en el Parlamento británico.
La nueve ley endurece las restricciones para contener la propagación del COVID-19 y sanciona a quienes no tengan una razón de fuerza mayor para salir del país. Las restricciones entrarán en vigor el próximo lunes, de ser aprobada, y durarán hasta el 30 de junio, según el borrador al que han accedido medios locales.
"Estamos viendo cómo aumenta esta tercera ola en algunas partes de Europa y estamos viendo nuevas variantes", señaló el ministro de Sanidad del país, Matt Hancock.
El Gobierno justifica que los turistas llegan con PCR negativa
El Gobierno se ha enredado en los últimos días con sus explicaciones. Justifican que la PCR negativa es suficiente para que entren los turistas y que están sujetos a las mismas restricciones que el resto de españoles, pero la movilidad nacional no está permitida con un test negativo.
De hecho, el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, ha preguntado al presidente durante la sesión de control al Ejecutivo: "¿Le parece que en una situación sanitaria como esta se justifican los viajes internacionales por ocio?".
Pedro Sánchez ha defendido que siguen las "recomendaciones de la Unión Europea" y por ello mantienen las fronteras europeas. Una respuesta similar a la ministra de Turismo, Reyes Maroto: "Vienen con seguridad, con PCR y deben seguir las normas que tenemos aquí. El número de viajeros extranjeros es pequeño, más del 56% son españoles que regresan a España".
Pero Maroto ha dado un paso adelante hoy y ha pedido a los turistas extranjeros que no vengan a España: "En la medida de lo posible, no viajen", ha asegurado en su visita al Hospitality Innovation Planet (HIP) en Ifema.
Por su parte, el líder de Más País, Íñigo Errejón, ha asegurado en Onda Cero que le gustaría que su país "no solo fuera conocido por las tascas y que no concentremos toda nuestra estrategia de país en eso". En ese sentido, y en relación con la movilidad, ha señalado que "si una PCR te deja moverte, es para todos, y si una PCR no te deja moverte, también es para todos".
"Está bien que España tenga turismo pero España no puede vivir de ser un resort vacacional para toda Europa", ha apuntado.
La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, señalada por sus restricciones -de las más livianas del continente- ha lanzado balones fuera y ha asegurado que el verdadero problema está en los controles en el aeropuerto, que es competencia del Gobierno central.
"Madrid está cerrado pero siguen llegando vuelos y nos preocupa porque hay un control deficitario en el aeropuerto", ha insistido Ayuso, un mensaje que viene repitiendo desde hace meses.