Promesas contradictorias

El funambulismo de Hacienda para contentar a Junts y ERC

¿Por qué es importante?

El Gobierno salvó parte de su reforma fiscal con promesas contradictorias sobre el impuesto a las energéticas. Una situación que evidencia la dificultad de aunar las posturas de dos socios que son agua y aceite.

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante una sesión plenaria extraordinaria.Europa Press

El saineteque se vivió este lunes en la Comisión de Hacienda del Congreso, tras una caótica negociación que se prolongó casi ocho horas, evidencia los difíciles equilibrios del Gobierno para contentar a unos socios que chocan frontalmente. Pasada la medianoche, el Ejecutivo lograba salvar parte de su reforma fiscal, pero solo después de hacer promesas contradictorias a ERC y Junts sobre el impuesto a las energéticas.

Esquerra Republicana, EH Bildu y el BNG anunciaron sobre las 23:00 horas que habían acordado con el Gobierno prorrogar este tributo durante un año. Un pacto que aparentemente choca con el compromiso alcanzado con Junts para que ese impuesto a las energéticas decayera.

Poco antes de la 01:00 de la madrugada, sin embargo, Hacienda emitía un escueto comunicado aclarando que mantiene su acuerdo con Junts para no gravar a las empresas energéticas que mantengan su compromiso de inversión para la descarbonización.

Ambas promesas son, a todas luces, irreconciliables y ponen de manifiesto que es imposible juntar el agua y el aceite. Una situación que evidencia la dificultad para aunar a los socios del Gobierno en medidas económicas y fiscales, en un momento en que nos encontramos, además, a las puertas de una negociación presupuestaria.

Fuentes de Hacienda, no obstante, aseguran que es compatible acordar la renovación el impuesto energético y, al mismo tiempo, dejar fuera el impuesto cuando existan inversiones para la descarbonización, algo que llevan a cabo todas las grandes empresas del sector. Las citadas fuentes, sin embargo, sostienen que se trata de hacer compatible la aportación de las energéticas con la transición verde.

A su vez, en Moncloa restan importancia a que se hable de inestabilidad y reivindican que el dictamen aprobado anoche es fruto del diálogo: "Nadie dijo que esto fuera fácil", dicen.

Pendiente del Pleno del jueves

Ese dictamen aprobado intempestivamente en la Comisión de Hacienda, en todo caso, va el jueves a Pleno y no todo está asegurado, a la espera de lo que haga Junts. Fuentes del partido independentista, en todo caso, se remitían anoche al comunicado difundido por Hacienda ya de madrugada y parecían trasladar cierta satisfacción: sostienen que esa última información, que cerraba una frenética jornada, es la clave.

El pacto alcanzado con ERC, Bildu y el BNG, sin embargo, es virtualmente humo porque Junts no lo va a apoyar y no cuenta con los apoyos para salir adelante. Para ello también serían necesarios los votos de Podemos y su secretaria general, Ione Belarra, ya ha advertido de que sin Junts el acuerdo es "papel mojado" y de que solo apoyará la reforma fiscal si el impuesto energético realmente se mantiene.

Una postura que ha reiterado en un tuit este martes, en el que asevera que el Ejecutivo "pactó al mismo tiempo prorrogar el gravamen a las energéticas con ERC y Bildu y eliminarlo con Junts". "Podemos no acepta tomaduras de pelo. Nuestros votos estarán si el impuesto se mantiene", ha advertido.

A su vez, la portavoz parlamentaria de Junts, Míriam Nogueras, ha subrayado también este martes que el dictamen votado la víspera es el mismo que su grupo cerró "hace dos semanas" con el Gobierno y ha arremetido contra Esquerra: "No hicieron los deberes y negociaron hasta última hora", ha reprochado, en declaraciones a 'TV3' recogidas por la agencia EFE.

En declaraciones a la misma cadena, la diputada de ERC Pilar Vallugera ha advertido a su vez al Gobierno de que debe cumplir con "todo lo que ha prometido" para poder aprobar el jueves el paquete fiscal, ya que "cualquier retroceso" hará que los republicanos vuelvan a su "posición inicial" de optar por el 'no'.

La diputada republicana ha lamentado que el Ejecutivo no cediera "hasta última hora de la noche" debido a "la cerrazón" de Junts y ha aseverado que este partido "debería explicar por qué tiene tantos problemas con que las energéticas tributen". A la vez, ha defendido que no es incompatible que se pueda prorrogar el impuesto a las energéticas con que se incluyan exenciones en caso de inversiones en descarbonización: "No nos parecería mal ni contradictorio", ha apuntado.