EL MINISTRO DE JUSTICIA SOLO ACTUARÁ SI HAY HECHOS
El Gobierno anuncia medidas legales para frenar la independencia y Catalá llama a la prudencia
La formación de Gobierno en Cataluña vuelve a poner en escena ese posiblechoque de trenes entre el Estado y la Generalitat. Elministro de Justicia ha anunciado que no actuará mientras sólo haya declaraciones y no hechos que desafíen la legalidad. La presidenta del Parlament había pedido una audiencia al rey Felipe, pero Casa Real ha preferido que se comunique por carta la investidura del nuevo presidente.
Forcaldell pasa de declarar la repùblica a saludar al rey. Casa Real responde dicendo que no hace falta que acudan en persona y que pueden enviar una carta; una carta que el parlament ya ha enviado.
Mientras, desde el Gobierno arranca la maquinaria legal. "No dejaremos pasar ni una sola actuación que suponga contravenir la unidad".
Pero Rafael Catalá insiste en no ir tan rápido. "Creo que las declaraciones políticas en sede parlamentaria se sitúan en un plano meramente de manifestación de voluntad y en principio, lo lógico sería esperar a ver acciones concretas", ha explicado el ministro de Justicia.
Todo lo contrario que en el Partido Popular catalán, que insisten en llegar hasta el final. "En el Partido Popular de Cataluña no vamos a tener problema en que se aplique el artículo 155 de la Constitución", ha asegurado Xavier García Albiol.
No obstante, ni la resolución del Tribunal Constitucional ni la intervención de la autonomía parecen parar a los independentistas. "Habrá una ley que garantizará que nunca haya un vacío legal hasta que vaya siendo progresivamente destituido", declaró el líder de ERC, Oriol Junqueras.
En este choque de trenes, los empresarios piden responsabilidad. "Que hagan el favor de hacer un esfuerzo para que haya estabilidad y seguridad", ha solicitado el presidente del Banco Sabadell, Josep Olliu.
El parlament inicia un camino hacia la indpendecia tras una negociación con al CUP que dejó declaraciones como las de la diputada Anna Gabriel. "La cabeza de un israelita vale diez cabezas palestinas, muy desagradable".
La cabeza de un israelí, la de Artur Mas, finalmente se ha saldado con dos cabezas de la CUP.