Para extender el gravamen temporal

El Gobierno aprueba por decreto un nuevo impuesto a las grandes energéticas que no irá a ningún sitio

¿Por qué es importante? Este decreto se aprueba después de que el Gobierno de Sánchez sumase otra derrota debido a que el PNV y Junts se unieron al Partido Popular para tumbar el impuesto a las energéticas.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha confirmado la aprobación de un real decreto-ley para extender el gravamen temporal a las grandes energéticas durante el año 2025, pero introduciendo un incentivo fiscal a las inversiones estratégicas en transición ecológica y descarbonización.

"Lo que estamos haciendo es demostrar que puede exigirse un esfuerzo adicional a las empresas energéticas al tiempo que también continuamos con nuestra hoja de ruta de descarbonización y de impulso a proyectos industriales tan importantes como la producción de hidrógeno verde", ha destacado el jefe del Ejecutivo en rueda de prensa tras la celebración del último Consejo de Ministros del año.

Así, el Consejo de Ministros ha aprobado la prórroga del gravamen a energéticas, un compromiso del Gobierno con ERC, Bildu y BNG, para que entre en vigor antes de la derogación del tributo que aprobó el Congreso de los Diputados con apoyo del PP, PNV y Junts.

Como todo decreto ley, la prórroga del gravamen de las energéticas habrá de someterse en el Pleno del Congreso en el plazo de 30 días para su convalidación y derogación, y ahí es donde el Gobierno no tiene garantizados sus apoyos dada la negativa de PNV y Junts.

De hecho, el portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, ha criticado que la aprobación del decreto para la prórroga del gravamen a las energéticas es "purito paripé" ya que el Gobierno de Pedro Sánchez "sabe que no va salir". De este modo, ha reiterado que por parte de su partido "el voto es no" a una medida que, además, "rompe el sistema de Concierto".

Por eso, Hacienda piensa ofrecer que el decreto se tramite después como proyecto de ley para ahí transformar el gravamen en un impuesto permanente y así convencer a Podemos, que rechaza la temporalidad, y al PNV, que al impuesto no se opone porque su gestión correspondería a las haciendas forales vascas y navarras.