Tensión en el Gobierno
El Gobierno de coalición pasa su semana más tensa: Hasél, la ley Zerolo y el debate de la 'normalidad democrática'
En un debate que se esperaba más adelante, la fuerza de la alianza PSOE-Unidas Podemos se ve resquebrajada tras una semana marcada por las diferencias (¿insalvables?) entre ambas formaciones.
Durante los días más duros de la pandemia, desde el Gobierno respondían a los mensajes de la oposición destacando que había "Gobierno para rato", dejando claro que agotarían la legislatura y sacando músculo ante las críticas.
Eso decía Pablo Iglesias en diciembre, cuando se defendían unos Presupuestos Generales del Estado que ya pusieron contra las cuerdas a la alianza entre PSOE y Unidas Podemos. También ha sido uno de sus logros más destacados, pero el camino deja unas heridas que cada vez van agrandándose más.
Antes de llegar a esta semana, clave en las relaciones entre ambas facciones, se vivieron debates como el de la marcha del rey emérito de España, la subida de la factura de la luz o del Salario Mínimo Interprofesional, sin contar las pensiones, los desahucios o la situación de los políticos catalanes en prisión.
Cuando parecía que la situación vivía una especie de calma tensa, esta semana se han disparado todas las alarmas por diversos frentes. El último ha llegado desde el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se ha desmarcado de Unidas Podemos a la hora de condenar los disturbios que se están produciendo en los últimos días por la detención del rapero Pablo Hasél, algo que cree que es "inadmisible en una democracia plena".
'Normalidad democrática' y la ley Zerolo
Es esa expresión, la de "normalidad democrática", la que también ha levantado discrepancias entre PSOE y Unidas Podemos. Pablo Iglesias cree que "no hay una situación de plena normalidad política y democrática" en nuestro país por la situación de los políticos del procés en prisión, algo que ha sido respondido de forma muy insistente por Margarita Robles y Arancha González Laya.
En el caso de la ministra de Defensa, ha hecho referencia a este término al hablar de los disturbios en las movilizaciones en contra de la detención del rapero Pablo Hasél, afirmando que "nunca se puede justificar la violencia". Esta respuesta de Robles viene después de que Unidas Podemos no haya condenado estos actos. "No comparto el silencio ante la violencia", aseveró en Al Rojo Vivo este viernes, respondiendo también a las palabras de Ione Belarra sobre la venta de armas a Arabia Saudí.
Por lo tanto, en este punto sumamos la 'normalidad democrática' y los disturbios de Hasél al ya complicado cóctel de polémicas vividas por el Gobierno de coalición en las últimas horas, pero no han sido los más graves. Su división más clara ha llegado con la votación de la ley Zerolo.
Y es que la Ley de Igualdad de Trato ha llevado a la gran primera división pública entre ambas formaciones, con Unidas Podemos llamando "desleal" al PSOE en pleno Congreso de los Diputados por presentar esta medida de forma "unilateral". laSexta pudo conocer el enfado monumental que existe en la formación morada por esta cuestión, que cree que su socio de Gobierno intenta dejar sin competencias al Ministerio de Igualdad, dirigido por Irene Montero.
¿Está sobre la mesa romper la coalición?
¿A qué llevó este malestar? Unidas Podemos se abstuvo en la votación e intentó convencer a otros socios del Gobierno para abstenerse también, considerando que se cruzaron "líneas rojas". Desde Moncloa son conscientes de que esta ley levantará "muchas tensión en la coalición", como reconocían a laSexta.
Desde el PSOE dejan claro que esto "no puede seguir así". Ministros socialistas consultados por laSexta creen que Sánchez debe dar un gesto de autoridad para normalizar esta situación, ya que se sienten "como si estuvieran encima de un polvorín".
Eso sí, pese a estas tensiones claras, evidentes y más públicas que nunca, "no está en la hoja de ruta" del presidente del Gobierno romper la coalición PSOE-Unidas Podemos. Se trata de un escenario que esperaban dentro de algo más de un año, no ahora, cuando apenas llevan un año de alianza y les quedan muchos más debates por vivir.