Aún hay tiempo
El Gobierno insiste en aprobar la ley de vivienda antes del 28M pero no coincide en las soluciones
En el Ejecutivo saben que el mayor problema de los jóvenes y de muchas familias es el acceso a la vivienda y, por eso, quieren dar una respuesta previa a los comicios.
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha reconocido este martes que el Gobierno de coalición está comprometido en dar una respuesta al problema de la vivienda. "Es misión imposible suscribir no solo un contrato con enormes dificultades de arrendamiento, sino también soportar el pago de una cuota hipotecaria", ha expresado.
Asimismo, la titular del Gobierno no ha dudado en señalar a los bancos. En concreto, los "enormes márgenes empresariales que hay en esta materia". De salir adelante, esta se convertiría en la primera ley de vivienda de la democracia en España. Ahora mismo, la tramitación de la norma lleva bloqueada desde hace meses, aunque Díaz confía en que se acabe aprobando.
¿Cómo? "Obteniendo algo que es necesario, una regulación eficaz del precio de los alquileres", ha resuelto la vicepresidenta. Los socios de Gobierno coinciden en que es vital dar una respuesta a este asunto. Sin embargo, el acuerdo no parece estar cerca, dadas las posiciones discrepantes de PSOE y Unidas Podemos. Entre las desavenencias entre ambos partidos está, precisamente, el establecer un tope anual de los alquileres.
Los morados quieren que sea algo permanente, mientras el PSOE ve en esta una medida excepcional para situaciones inflacionarias como la actual. Así, las elecciones del 27 de mayo se ven como una oportunidad clave para desencallar las negociaciones. Así se lo han exigido ya varios líderes políticos, entre los que se encuentra Ada Colau, alcaldesa de Barcelona.
"Le pido que venga con la ley aprobada porque es un compromiso suyo personal, del Gobierno de coalición. No hay excusas, está redactada", ha dicho la máxima dirigente del consistorio barcelonés. Sigue la discusión en el Gobierno mientras el calendario parlamentario empieza a estar ajustado. Tan solo quedan cuatro plenos antes de las elecciones, pero si la tramitación se reactivara ya, habría aún tiempo para aprobar el texto; al menos, en el Congreso de los Diputados.